El mercado de granos internacional se movió esta semana con pocas novedades,
traccionado entre los ajustes de la posición disponible que se mueve con muy
poca disponibilidad de mercadería en EEUU, y por el otro con la expectativa de
una gran cosecha que ya está próxima a ingresar. Esto generó volatilidad en las
posiciones con entrega, y precios en leve baja para las más lejanas.
En el caso del trigo, el mundo cuenta con buen aprovisionamiento. Sin embargo
los precios parecen estabilizarse de la mano de la preocupación por la calidad
de los cultivos, afectada negativamente por lluvias tanto en EEUU como en Europa
y la zona del Mar Negro. Mientras tanto, para esa última región, los decibeles
del enfrentamiento entre Rusia y Ucrania suben y bajan constantemente, y lo
mismo pasa con la prima bélica que se agrega o quita a los precios.
En la perspectiva de precios para la soja, esta semana se removió el poco
premio climático que le quedaba al mercado. La semana pasada el CROP TOUR de PRO
FARMER había destacó que el oeste estaba necesitado de humedad. Y como ha venido
pasando en esta campaña, cuando necesitaron algo, ya sea clima seco,
temperaturas moderadas o aportes de humedad, los cultivos lo recibieron.
Finalmente llovió sobre el oeste, y las condiciones se emparejaron.
Ahora el único peligro serían las heladas tempranas. El CROP TOUR de hecho
comentó que los cultivos en el centro de EEUU vienen madurando en forma tardía y
son especialmente susceptibles este año. Pero se aguardan temperaturas por
encima de lo normal hasta los primeros días de septiembre, cuando la trilla ya
comienza a ganar ritmo. Por ello esta expectativa parece desmedida.
Si algo puede justificar un rebote para maíz y soja es el ritmo del consumo.
Las exportaciones de EEUU volvieron a mostrarse activas esta semana, y al ver
los precios de la carne y la energía muchos más firmes que lo de los granos, nos
hace pensar que en algún momento el uso de los granos despegará.
En lo que hace al mercado local los precios volvieron a deslizarse a la baja,
y dado que estaban en niveles que ya eran muy bajos, las ventas se desalentaron
totalmente. En tanto el mercado de trigo comienza también a mostrarse planchado.
Los exportadores están desde hace tiempo fuera del mercado disponible, con lo
molinos siendo los jugadores excluyentes. Al preguntarles porqué están más
tranquilos, manifiestan dificultades para colocar la harina en el mercado
interno.
Mientras tanto las perspectivas para la campaña nueva de trigo son
complicadas, por las lluvias que se dieron en el sudeste que afectaron la zona
principal de cultivo de este cereal. Es temprano para llegar a conclusiones
finales sobre el impacto en la producción, pero la situación es grave.
Por otro lado debería estar iniciándose el movimiento para la siembra de maíz, pero con valores para el año próximo por debajo de 130 U$S/tt, y la incertidumbre financiera y política que se atraviesa, hay poco plafón para realizar la fuerte inversión requerida para apostar por el cereal. Por ello esta semana tanto la Bolsa de Comercios de Rosario, como la de Cereales de Buenos Aires.