Se trata de la empresa Ganadera Nueva Escocia, de Luis Guillón. Pidió ayer su concurso preventivo tras haber caído en cesación de pagos en junio último. Según la Federación Agraria, en la última década se cerró 130 empresas, se perdieron 14.000 puestos de trabajo y 10 millones de cabeza de ganado, según informó Infobae
Uno de los mayores frigoríficos en la provincia de Buenos Aires pidió en las últimas horas su concurso preventivo de acreedores y dejó en vilo a unos 300 trabajadores, con lo que se sumó a la lista de empresas complicadas en esta actividad.
Según fuentes del sector, el principal inconveniente al que se enfrentan por estas horas los frigoríficos dedicados a la exportación de carne empaquetada consiste en que no consiguen novillos grandes, de más de 500 kilos.
Esos novillos son los que se faenan para cumplir con los envíos a la Unión Europea y actualmente escasean debido a los problemas climáticos (sequía y posterior inundación) que se registraron en la región pampeana y el nordeste argentino en los últimos años.
La empresa "Ganadera Nueva Escocia SA", que desde 1994 opera en la localidad bonaerense de Luis Guillón, a unos 25 kilómetros de la Capital Federal, dedicada a la faena de ganado bovino y el empaque de carne, se presentó a concurso.
Según se informó ayer (martes), el frigorífico ubicado en la avenida de los Constituyentes 6239 de Luis Guillón en el partido de Esteban Echeverría, pidió su concurso preventivo tras haber caído en cesación de pagos en junio último.
La crítica situación de la compañía, tramitada en el juzgado número 16 secretaría 32, puso en vilo la estabilidad laboral de unos 300 trabajadores que esperan que la compañía se reponga y continúe con la producción.
De no reorganizarse y evitar la quiebra, esta compañía podría recorrer el mismo camino que Estancias del Sur, que durante el último fin de semana confirmó su cierre definitivo, dejando sin expectativas a unos 450 empleados que ahora negocian retiro e indemnizaciones.
Ese frigorífico, cuya planta está ubicada a la vera de la ruta E- 53, en la localidad cordobesa de Unquillo, había paralizado su planta dos meses atrás, cuando su propietaria, la brasileña Marfrig, decidió la suspensión de todo el personal a cambio del pago de un mínimo de horas.
Al momento de confirmar el cierre, los propietarios argumentaron la decisión en las restricciones comerciales que pesan sobre las exportaciones, la falta de previsibilidad en el negocio y la ausencia de alternativas viables para la reapertura del frigorífico.
También registra contratiempos el frigorífico exportador Logros, en la localidad cordobesa de Río Segundo, donde se está trabajando cuatro días a la semana, según dijo a la prensa Gabriel Chávez, secretario general del gremio que representa a los trabajadores.
Carnes Huinca, el frigorífico de Huinca Renancó vinculado a los grupos Cencosud y Casino, había cerrado sus puertas a fines de junio pasado, por lo que unos 160 trabajadores quedaron sin empleo.
El desenlace, tras 22 años de actividad, habría estado motivado allí por dos razones: problemas para llevar adelante el negocio de faena y venta de carne e inconvenientes de tipo sanitario.
La planta del sur cordobés tenía algunos problemas para implementar exigencias del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), lo que implicaba realizar inversiones y el grupo propietario habría desistido.
Según datos de la Federación Agraria Argentina (FAA), en los últimos diez años se cerraron 130 frigoríficos, se perdieron 14.000 puestos de trabajo y 10 millones de cabezas de ganado.