En su editorial, la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes de la República Argentina (CICCRA), hace referencia al cierre de industria de los últimos días: “es la consecuencia lógica de la política de ganados y carnes implementada por el Secretario de Comercio Guillermo Moreno y continuada sin ningún tipo de modificación por el actual Secretario Augusto Costa que, al igual que Moreno, no tiene idea de lo que es una producción biológica y de los tiempos necesarios para destruirla o recuperarla”.

“Al igual que Moreno sólo mira el cortísimo plazo y la única manera en que interpreta que puede incidir sobre la actividad es cerrando las exportaciones. Con esto mantiene medianamente deprimido el precio del ganado en pie y cree que con esto evita la incidencia en el precio al consumidor, que a la luz de las modificaciones de los precios al consumidor queda absolutamente claro que no lo logra. Pero, en función de sus medidas, queda en evidencia que el Sr Secretario no alcanza a comprender que esa política provoca el desaliento de la producción y que gracias a ello ya podemos decir que hemos ingresado en una nueva etapa de liquidación de vientres”, agrega la editorial de CICCRA.

Asimismo, la entidad presidida por Miguel Schiariti alude a la faena de hembras, y expresa que “luego de doce meses en que la actividad fue superior a 43% (faena de equilibrio) y con la caída de la producción de carne, que es superior a la caída de la faena, se confirma el fracaso de la continuación de la política ganadera llevada adelante desde 2006 y pone de manifiesto que se consolida nuevamente la liquidación de vientres que sólo se detendrá con una importante suba de precios del ganado en pie”.

Adjuntamos los siguientes pasajes de la editorial de CICCRA:

Por otra parte, tal como ha sucedido con la política lechera y la desaparición de 7.000 tambos, también ocurrió con el sector de productores ganaderos donde desde 2008 hasta 2014 según el cuadro elaborado por el centro de Estudios Económicos de la Sociedad Rural (SRA) han desaparecido casi 14 mil establecimientos ganaderos.

Creemos oportuno recordar que la política antiganadera llevada adelante no sólo generó la desaparición de los 14 mil establecimientos ganaderos mencionados en el cuadro  precedente, sino que es responsable de la pérdida de 10 millones de cabezas de ganado de nuestro stock, del cierre de 137 frigoríficos y de la pérdida de 16.750 puestos de trabajo en la industria.

Conforme avanza el año, se consolida la tendencia contractiva (moderada) para el nivel de actividad de la industria frigorífica vacuna argentina. Por quinta vez en el año, en julio la faena total se ubicó por debajo del nivel correspondiente al mismo mes del año pasado. En el caso de la producción de carne, la intensidad fue mayor, producto también de la disminución del peso en gancho de los animales faenados.

De acuerdo con nuestras estimaciones, en julio se habrían faenado alrededor de 1,090 millones de cabezas de ganado vacuno, es decir 4,0% menos que en julio de 2013. La producción de carne vacuna totalizó 241 mil toneladas res con hueso (tn r/c/h) y se ubicó 6,4% por debajo de la registrada en julio del año pasado. Tal como se señaló más arriba, la contracción de la producción fue más pronunciada, debido a la disminución del peso promedio de la res en gancho, que en esta oportunidad fue de 2,7% anual, hasta quedar en 221 kilogramos.

Por 31º mes consecutivo la faena de hembras creció (6,0% anual) y la faena de machos disminuyó (-11,1% anual). De esta forma, la participación de las hembras en la faena total ascendió a 46,7% en el séptimo mes del año, guarismo que se ubicó 4,4 puntos porcentuales por encima del registro de julio de 2013.

Con cifras oficiales para enero-junio y nuestra estimación para julio, en los primeros siete meses de 2014 la industria frigorífica argentina produjo 1,559 millones de tn r/c/h de carne. En términos interanuales la producción de carne vacuna retrocedió 4,5%.

Del total producido, 93,8% se volcó al mercado interno. En relación al mismo lapso de un año atrás el consumo (aparente) interno retrocedió 3,8%. Pero, su importancia relativa creció 0,7 puntos porcentuales con relación a la registrada en los primeros siete meses de 2013.Por su parte, el consumo por habitante de carne vacuna se ubicó en un promedio de 59,6 kg/año, el cual resultó 4,7% inferior al de enero-julio del año pasado

La contracción del consumo interno resultó consistente con la caída que experimentó el ingreso real de las familias en el transcurso del corriente año, así como con el deterioro del mercado laboral. Con datos para el primer semestre del año, el salario promedio general exhibió un avance de 30,9% anual según el INDEC, al tiempo que los despidos se incrementaron 159% anual en los primeros siete meses del año y las suspensiones hicieron lo propio en 595% anual. En cambio, la tasa de inflación medida a través del Índice de Precios al Consumidor (IPC) ‘Congreso’ fue de 36,6% anual en enero-junio de 2014. Esto hizo que el poder de compra del salario promedio general retrocediera 4,2% en términos interanuales. Y cuando se compara con la evolución del precio promedio de la carne vacuna, el deterioro del poder de compra fue mayor aún, llegando a ser de -5,1% anual. 

En el frente externo el ajuste fue más intenso todavía. En los primeros siete meses de 2014 las colocaciones de carne vacuna en el exterior habrían totalizado apenas 97,2 mil tn r/c/h, volumen que habría sido 14,0% inferior al registrado en igual período del año pasado (-15,89 mil tn r/c/h). La importancia relativa en la oferta total bajó a 6,2% (-0,7 puntos porcentuales en términos interanuales).

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