Rosario es nuevamente sede del XXII Congreso Anual de Aapresid, donde 3 mil participantes de todo el país -entre el 6 y hasta el 8 de agosto, en el Salón Metropolitano- escuchan a referentes de la siembra directa, la sustentabilidad y la biotecnología bajo el lema “La Misión”.
Los ingenieros agrónomos y referentes en el manejo de plagas, Daniel Ploper, Marcelo de la Vega (Argentina) Dirceu Gassen (Brasil) expusieron su visión y la perspectiva en el corto y mediano plazo sobre las estrategias de manejo. Necesidad de mayor trabajo afina de descubrir nuevos genes de resistencia.
Marcelo de la Vega,
-¿Cuáles fueron los aportes más interesantes de este panel? ¿Considera que se
debe mejorar el manejo integrado de plagas en el sistema agrícola?
-Me referí exclusivamente a los riesgos y el manejo de la resistencia a fitopatógenos o a los funguicidas. Los fitopatógenos son los microorganismos que causan enfermedades en las plantas cultivadas. Específicamente me referí a los hongos que constituyen la mayor parte de las enfermedades importantes y una de las herramientas que se tiene es el control químico el control aplicado al suelo, el control sobre follaje, sobre productos de post cosecha. Por lo que va produciendo ese control, cierta resistencia de los microorganismos.
En nuestro país aún no hay registros de esa resistencia a diferencia de otros en donde si hay ya resistencia al glifosato, etc. Lo que yo planteé es generar estrategias que retrasen o reduzcan o impidan el avance de esa resistencia. Va a depender del tipo de enfermedades, hoy tenemos riesgos porque usamos funguicidas que tienden a generar esa resistencia a largo plazo. Hay toda una clasificación de riesgos y resistencias.
-Usted habló de encarar un plan para no perder efectividad o rentabilidad.
Nosotros tenemos que usar programas para manejar las enfermedades que nos
permitan no perder tanto, programas de manejo de cultivos, que contemplen la
aplicación de prácticas culturales, la aplicación de pesticidas, ir controlando
insectos y malezas. Tienen que ser además compatibles con el manejo económico,
hacerlo rentable. Tiene que ser razonable.
A corto plazo la perspectiva es optimista, venimos de 3 años muy desfavorables,
pero sin embargo, aunque el productor deja de hacer ciertas cosas que son
necesarias pero lo hace en su afán compensar los números al final y poder seguir
haciendo agricultura, comete ciertos errores que al final le resultan caros
Daniel Plopper, investigador de la Sección Fitopatología de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (EEAOC) (Tucumán, Argentina).
-¿Cuáles fueron los aspectos más sobresalientes de su ponencia?
-Mi charla se basó en dos procesos la incertidumbre por tolerancia y por
resistencia eso implica 2 procesos la sucesión y la evolución. La sucesión trata
de cómo se cambian las comunidades de especies y la evolución trata de cómo se
cambia, dentro de la misma especie su estructura genética. Todo en favor de la
supervivencia del más apto. Acá tiene que haber conocimiento científico. Para
manejar las malezas tiene que haber conocimiento. Ese conocimiento es poder
tomar una acción ante una incertidumbre.
Conocimiento sobre los principios activos que se van a utilizar, sobre la
combinación con la distancia de siembra, la rotación de cultivos, las tácticas
de manejo, van a coadyuvar a que el manejo químico que seguramente va a seguir
siendo el más importante tenga éxito.
-Uds. hablaban en la disertación sobre la falta de trabajos para poder descubrir nuevos genes. ¿Hay un camino positivo en ese sentido?
-Sí, por supuesto, la luz está ahí. El descubrimiento de nuevos genes no va a ser la panacea perfecta, va a ser una nueva herramienta para ser aplicada en un sistema. El ingrediente activo para solucionar problemas es el conocimiento
-¿Hubo acuerdo o divergencia entre los expositores, respecto a las estrategias a tomar?
-No, para nada… Daniel Ploper uso mucho el tema de la resistencia, con Dirceu Gassen, todo fue llevado -aunque somos de diferentes países- a que el conocimiento es la estrategia.
-Existen diferencias en cuanto a la forma de manejar las resistencias con los cultivos?
-Un daño más que se causó al sistema fue el hecho de no hacer trigo, porque
el barbecho etimológicamente significa que es hecho para la primavera, por lo
tanto, al no haberse hecho trigo no se hizo nada para la primavera en los
campos, lo que implica que todas las malezas no sean controladas por esa
falencia.
Se trata de un sistema y todo influye en su desarrollo. No hacer trigo fue muy
dañino, gran cantidad de las malezas que empezaron a aparecer ahora, obedecen a
eso.
-¿Se va satisfecho de este congreso?
-Para mi es una felicidad, estoy enamorado de la docencia. Para mí, que me hayan invitado a un evento así, es una gran satisfacción.