Seis años después del conflicto de 2008 por las retenciones móviles, el creador de la resolución 125, que desató cuatro meses de un duro enfrentamiento entre el campo y el Gobierno, habló ayer en la Exposición Rural de Palermo. Y lo hizo ante un auditorio compuesto mayormente por jóvenes, en una jornada convocada por el Ateneo de la Sociedad Rural Argentina (SRA).
El primer ministro de Economía de Cristina Kirchner y hoy dirigente de UNEN se llevó el centro de la atención por esa pelea de 2008 en un panel sobre políticas para el sector que compartió con Marcos Lavagna, integrante del equipo de economistas del Frente Renovador, y Juan Cruz López Barrios, economista de la Fundación Pensar, de Pro. Se lo observó algo incómodo, porque la mayoría de las preguntas que debió contestar se refirieron al conflicto por la 125.
El ex ministro reiteró sus justificaciones a la medida e insistió en que la propuso para evitar algo peor. "La pelea que yo tenía era por los subsidios. Creía que la crisis internacional iba a tener impacto en la Argentina y que, entre otras cosas, iban a bajar las commodities y eso tendría un impacto fiscal. Eso nos iba a generar problemas fiscales y había que reducir los subsidios. Los subsidios los manejaban Moreno, Jaime y De Vido, y no los querían reducir", les dijo Lousteau a los jóvenes, que entregaron sus preguntas por escrito.
El ex ministro explicó que el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, quería poner un precio fijo a la soja, de 180 dólares por tonelada, equivalente a 63,4% de retenciones. "Frente a eso reaccionamos para ser más moderados, pero igual generó un problema. Había que resolver una emergencia fiscal. Ésa fue la respuesta a algo que hubiera sido mucho peor", expresó.
Cuando le preguntaron si aceptaría nuevamente el cargo de ministro de Economía, respondió que no lo haría "en las mismas condiciones". En ese contexto, opinó que las retenciones debían revisarse. "Todas las retenciones se tienen que repensar. ¿Por qué? Porque las retenciones nacieron con una megadevaluación que hizo que las exportaciones fueran hiperrentables. Y esa supercompetitividad ya no está más", señaló.
Como los otros disertantes, recibió un aplauso al término de su charla y aclaró: "No me gustan las preguntas leídas, cuando son más chicos me gusta la interacción".
Cruces
En realidad, si pedía interacción cara a cara, esa interacción no faltó. Aún sobre el estrado, después de concluir su charla, los productores Santiago del Solar y Martín Gold stein, este último también directivo de la Rural, cuestionaron algunos tramos de su exposición.
Goldstein le manifestó que no le había gustado "el relato" que realizó por la 125.
"A mí no me gusta el ejemplo, el relato de que 35 o 63 está bien [por la propuesta de Moreno]", le espetó. Lousteau se defendió: "Yo estaba tratando de bajar la inflación, bajar los subsidios".
El directivo de la Rural lo cruzó por una referencia que hizo en su charla cuando dijo que "inclusive la corrupción se ha degradado en la Argentina".
Goldstein le recordó: "Aceptaste ser parte de un gobierno que tenía una historia de corrupción y aceptaste igual ser ministro de Economía de ese gobierno". El dirigente de UNEN comenzó a hablar con la prensa y no le respondió.
Del Solar, antes, le retrucó de manera cordial un comentario en torno de lo que definió como valor agregado.
Lousteau había dicho: "Adentro de productos que produce un país rico hay salarios de ricos. Adentro de productos que solamente produce un país pobre hay salarios de pobres". Y enseguida agregó que hay que producir "alimentos con valor agregado, no es solamente soja y maíz", y consideró que "la milanesa de pollo empaquetada en París agrega 15 veces valor".
Del Solar se le acercó y lo contradijo: "No es así. Cuando exportamos granos estamos exportando salarios de toda la cadena de valor, de semilla, urea, industria metalmecánica, genetistas". Le señaló que para exportar la milanesa de pollo había que tener acuerdos comerciales con los países a los que se exportaba.
También le explicó que otra forma de agregar valor en la actividad agropecuaria era la mejora de la productividad. Le explicó que en su zona, Trenque Lauquen, habían logrado aumentar los rendimientos de los granos (maíz y soja) cuando antes tenían una baja producción ganadera.
"Tenés razón", le respondió Lousteau. Y admitió: "Hay que ser más explícitos para que el público en general entienda que el valor agregado está en un montón de otras etapas". Ambos acordaron en volver a hablar.
La presencia de Lousteau en la Rural tuvo eco en las redes sociales. Allí los productores expresaron su rechazo al ex ministro.