Los precios de la soja sumaron ayer la décima rueda negativa consecutiva en la Bolsa de Chicago, luego de que el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, en sus siglas en inglés) elevó de 98,93 a 103,42 millones de toneladas su previsión sobre la cosecha 2014/2015 de la oleaginosa estadounidense.

Al cierre de los negocios, las posiciones julio y agosto de la soja mostraron bajas de US$ 12,49 y de 13,60, en tanto que sus precios quedaron en 476,11 y en 439,36 dólares por tonelada. Sin embargo, la mayor atención estuvo concentrada sobre el contrato noviembre, dado que es el que marca el ingreso en el mercado de la cosecha récord prevista por el USDA. Y él mostró lo que muchos temían, al quebrar la barrera de los US$ 400 y terminar la jornada en US$ 394,99, con una pérdida de US$ 6,62. En lo que va de la tónica negativa, las posiciones antes citadas cayeron un 9,51, un 13,23 y un 12,46%, respectivamente.

Además del aumento de la cosecha, en su reporte mensual de oferta y demanda de granos, el USDA también elevó su previsión sobre las existencias finales estadounidenses del ciclo 2014/2015, de 8,84 a 11,28 millones de toneladas.

"En función de las cifras dadas por el USDA para los Estados Unidos, la nueva campaña llevaría la relación stock/consumo a los niveles más altos en ocho años, cuando durante el ciclo 2013/2014 la misma estaba en el escalón más bajo desde 1966", dijo a LA NACION Marcelo Accari, de la corredora Morgan, García Mansilla y Cía. SA. El especialista añadió que "la baja no parece haber concluido", y agregó que en el nivel mundial se proyecta un incremento de stocks de 18,1 millones de toneladas, "lo que lleva a una relación stock/consumo global récord del 30,1%".

MOVIMIENTOS EXAGERADOS

Para Adrián Seltzer, operador de la corredora Granar SA, los mercados tienden a exagerar sus movimientos, producto de la salida de los fondos de inversión, que a partir de las cifras dadas ayer por el USDA optaron por acentuar la liquidación de contratos evidenciada en las nueve ruedas anteriores. Sin embargo, el especialista recomendó no centrar el análisis sólo en la mayor producción estadounidense que hoy deprime los precios y para la cual el organismo estadounidense valoró la persistencia de un clima casi ideal para los cultivos.

"Quienes hoy venden preocupados por esta situación no evalúan que ésta genera dos consecuencias directas: la primera, una mayor demanda, atraída por los bajos precios, con China como principal referente. Y, la segunda, la posible menor intención de siembra en América del Sur, por la caída de la rentabilidad agrícola. Ambas situaciones, además de algún eventual problema climático en EE.UU., podrían tonificar los precios", dijo el analista.

En relación con el impacto de la caída de precios externos sobre América del Sur y con la posibilidad de que ésta tienda a reducir la intención de siembra 2014/2015, Seltzer explicó que en la Argentina hay campos en zonas marginales, con bajos rindes históricos y alejadas de los puertos, "donde se complica sembrar soja si el valor futuro de venta oscila de 250 a 260 dólares por tonelada y hoy ya lo vemos en US$ 269 en el Mercado a Término de Buenos Aires [posición mayo del Matba]. En Brasil, hay regiones agrícolas relevantes que tienen miles de kilómetros de fletes hacia los puertos, más la obligación de fertilizar y de hacer varias aplicaciones de agroquímicos. Allí, pese a no tener retenciones, no logran cubrir sus costos con una soja en el orden de los US$ 400".

Ayer, el USDA proyectó las cosechas de soja 2014/2015 de Brasil y de la Argentina en 91 y en 54 millones de toneladas, volúmenes cuya concreción no sólo dependerá del clima, sino de que las cotizaciones no caigan por debajo de los límites citados en el párrafo anterior.

En el mercado doméstico, y frente a la tendencia externa bajista, ayer las fábricas ofrecieron $ 2300 por tonelada de soja disponible para las terminales ubicadas en la zona de Rosario, $ 50 menos que anteayer. No obstante, ese valor no generó interés entre los vendedores, por lo que el volumen negociado fue prácticamente nulo.

Las posiciones noviembre y mayo del Matba perdieron ayer US$ 4,60 y 5,50, mientras que sus ajustes resultaron de 286,70 y 269 dólares.

CEREALES, EN RETROCESO

La tónica negativa de los precios externos también comprendió a los cereales. En efecto, la posición septiembre del trigo en Chicago y en Kansas perdió ayer US$ 8,27 y 4,05, en tanto que su ajuste fue de 193,27 y de 233,78 dólares por tonelada.

En su reporte mensual, el USDA elevó de 52,85 a 54,21 mill./t su previsión sobre la cosecha 2014/2015 de trigo en los Estados Unidos, por encima incluso de los 53,45 millones esperados por el mercado. Además, el stock final pasó de 15,62 a 17,97 millones, también por encima de los 16,06 millones proyectados por los operadores.

En el mercado local, la exportación ofreció US$ 170 por trigo con entrega en diciembre sobre Bahía Blanca, sin cambios. En el Matba, la posición enero sumó US$ 0,30 y cerró con un ajuste de US$ 177,80.

Respecto del maíz, los contratos julio y septiembre en Chicago perdieron US$ 0,30 y 3,15, en tanto que sus ajustes resultaron de 157,37 y de 148,91 dólares por tonelada. Ayer, el USDA elevó de 29,12 a 31,66 mill./t el volumen de las existencias finales estadounidenses 2013/2014, pero redujo de 353,96 a 352,06 millones su previsión sobre la cosecha 2014/2015.

El maíz argentino se negoció a $ 1120 en Bahía Blanca y a $ 1100 en Necochea, con bajas de $ 40, en tanto que en San Martín se cotizó a $ 1080, con una quita de 20 pesos.