Mientras Brasil decidió suspender la aplicación de un arancel para comprar un millón de toneladas de trigo fuera del Mercosur, porque la Argentina tiene cerrada la exportación, aquí, en realidad, hay un millón de toneladas que podrían ir a ese país si el Gobierno quisiera.
En el sudoeste bonaerense, productores de trigo de doce partidos están en una situación acuciante. En la campaña pasada cosecharon 1,7 millones de toneladas, pudieron vender para exportación por el puerto de Bahía Blanca 430.000 toneladas y colocaron otras 200.000 toneladas para el consumo interno en molinos de la región. Sin embargo, tienen en sus manos otro millón de toneladas y hoy no tienen a quien venderlas.
La situación ocurre porque, al haber limitado el Gobierno la exportación total del país para este año a 1,5 millones de toneladas, los compradores se retiraron del mercado.
Tampoco están con apuro por comprar los 8 a 9 molinos que operan en la región. Como mucho, los molinos de la zona podrían comprar hasta la próxima cosecha de 250.000 a 300.000 toneladas del cereal, que se sumarían así a las 200.000 que ya adquirieron.
Los productores están preocupados porque necesitan comercializar para enfrentar gastos de la actual campaña de trigo.
"En la zona no se puede vender el trigo. La exportación está retirada y no hay una competencia normal [entre molinos y exportadores]", expresó a la nacion Jorge Grimberg, vicepresidente tercero de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap).
Según Grimberg, se está repitiendo una situación similar a la registrada años atrás, cuando por el cierre de las exportaciones dispuesto por el entonces secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, el mercado quedaba sin competencia.
"El Gobierno fogonea que se siembre más trigo, pero luego no se puede vender", acotó Grimberg, que también se desempeña como secretario de la Bolsa de Cereales y Productos de Bahía Blanca.
"Acá queda un millón de toneladas para comercializar y no se venden porque prácticamente no hay mercado", remarcó Gabriel Foco, especialista de la misma entidad.
Para Foco, que el país tenga la exportación cerrada a más cupos "es perjudicial para la región".
Si se dejara exportar ese volumen de trigo del sudoeste bonaerense, podrían ingresar divisas a la Argentina por unos US$ 370 millones y el Estado recaudaría retenciones por 85 millones de dólares.
Suspensión temporal
Hace unas semanas, Brasil decidió suspender temporalmente el arancel externo común del Mercosur para importar trigo de otros orígenes sin pagar una tasa del 10%. Lo hizo porque la Argentina ya colocó casi todo el saldo exportable y no le dio señales sobre si seguirá comercializando.
"Acá tenemos trigo que podría estar cubriendo ese mercado", destacó Foco.
Para Grimberg, "la solución" es que se abra justamente la exportación para que vuelvan a competir exportadores con molinos.
De todos modos, debería ser una cuota importante para que movilice el mercado, porque las cerealeras, que ya exportaron 1,2 millones de toneladas de trigo, poseen compradas 2,2 millones de toneladas.
370 millones de dólares: son las divisas que podrían ingresar al país por esta exportación.