La devaluación del peso argentino, en enero 2014, posibilitó la recuperación de la competitividad del segmento de la maquinaria agrícola argentina, al bajar de un 10% a un 12% los precios en dólares de los productos locales. Así lo indicó en un informe el especialista del INTA Mario Bragachini, de Manfredi, Córdoba.
Pese a que las exportaciones aún son reducidas, y las empresas de maquinaria agrícola están orientadas principalmente a un mercado interno hoy en problemas, Bragachini destacó que, después de que en 2013 las ventas externas de maquinaria agrícola, agropartes e insumos alcanzaran una cifra totales de u$s 385 millones, incluidas agropartes, bolsas de silo y los carretones para camiones, los exportadores terminaron el 2013 preocupados por su competitividad en el exterior.
Adicionalmente, el impulso de la devaluación del peso y la baja de los valores en dólares potencian el beneficio de la maquinaria nacional si se tiene en cuenta que globalmente también existe inflación en dólares. Así, la competitividad de la Argentina mejoró en 2014 en Alemania, Australia, Bélgica, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Filipinas, Francia, Honduras, Italia, Kazajistán, México, Moldavia, Mozambique, Nigeria, Paraguay, Rusia, Sudáfrica, Ucrania, Uruguay y Venezuela, aseguró el especialista.
En una reciente exposición en Sudáfrica, llamada Expo Nampo, 16 empresas argentinas participantes vendieron más de 35 equipos entre sembradoras, pulverizadoras, embolsadoras, extractoras, cabezales maiceros y girasoleros, como así también agropartes. Esto habla de las reales posibilidades de la tecnología argentina porque hasta ahora la Siembra Directa en Sudáfrica presenta una adopción de apenas el 10%, aseguró Bragachini. La técnica de la Siembra Directa (sin arado) es la aplicada en casi la totalidad de los campos argentinos.
Argentina necesita el ingreso de dólares y fundamentalmente generar trabajo genuino con renta distributiva y en el rubro maquinaria agrícola, agropartes e insumos agropecuarios, esos aspectos están garantizados, dado que son empresas en su gran mayoría de capitales nacionales, en su totalidad empresas medianas y Pymes, radicadas en el interior productivo, asegura Bragachini.
Se estima que por cada millón de dólares exportado de máquinas agrícolas se ven implicados directa e indirectamente 90 puestos de trabajo. Además, por cada tonelada promedio de sembradoras de Siembra Directa que se exportó lleva implícito 11,7 puestos de trabajo.
La venta de maquinaria agrícola en el mercado interno cayó 37,7% en cantidad de unidades en el primer trimestre del año contra igual período de 2013. Y las empresas del sector calculan que trabajan al 50% de su capacidad instalada. Es que entre enero y marzo de este ano sólo se vendieron 2.422 unidades en el país, contra las 3.893 del mismo lapso del ano pasado.