Algunas señales de caída de la actividad comienzan a preocupar al Gobierno. Menor consumo, menor acceso al financiamiento, mayor carga impositiva, devaluación, baja de los subsidios a los servicios públicos y suba de tarifas constituyen un escenario en el cual, además, parece difícil sostener el nivel de empleo. Mantener vivos los proyectos de continuidad del oficialismo en un escenario recesivo es una quimera.
Algunas iniciativas comienzan a aparecer. Seguramente esta semana los fabricantes locales de automotores agrupados en Adefa se encontrarán con el presidente del Banco Central, Juan Carlos Fábrega. En el sector, afectado por la devaluación, la suba de impuestos y la inflación, hay un problema adicional: la falta de divisas para pagar importaciones. El economista Luis Secco calcula que el Central consiguió aliviar transitoriamente las presiones cambiarias postergando el pago de US$ 3000 millones en compras al exterior. El sector automotor podría acumular cerca de 2000 millones de ese total, dicen en algunas terminales.
Las autoridades se preocuparon mucho con la caída del 35% en los patentamientos en marzo. Y aparecieron algunos planes que, por ahora, son sólo eso. Uno incluye una especie de financiación de ventas de unidades nuevas a cargo de la Anses, al estilo de las que lanzó en 2009 Guillermo Moreno. Y está pensado para las motocicletas, en principio.
El problema es que el Gobierno pone como condición que se retrotraigan los precios al nivel que tenían en noviembre de 2013. "En resumidas cuentas, dicen que te van a apoyar si aceptás vender perdiendo plata", dicen los empresarios, a los que las condiciones no los entusiasman nada.
Axel Kicillof es el que llevó a Cristina Kirchner los argumentos según los cuales las automotrices locales no tenían por qué trasladar toda la devaluación de enero a los precios al público. La Presidenta los repitió en su discurso ante la Asamblea Legislativa. "Axel, nosotros necesitamos recomponer porque ustedes no empezaron a devaluar en enero, estaban haciéndolo desde octubre, eso es lo que necesitamos recuperar", le explicó un empresario al ministro en una reunión.
Las automotrices dicen que si no pagan las unidades que importan, tampoco reciben pedidos de exportación, y que eso está dañando la producción local, igual que la menor demanda de Brasil. "En el Gobierno están preocupados, pero algunos no tanto; piensan que una caída del 35% respecto del récord de ventas de 2013 tampoco es para tanto", aclaran algunos.
Las autoridades también tienen planes para cerrar la salida de divisas por las autopartes, que tienen déficit de balanza comercial. "Débora Giorgi tiene un proyecto de ley con estímulos, pero es secreto, no quiere mostrarlo y parece ser el mismo que ya fracasó una vez porque pedía llegar a un nivel de integración de partes locales del 60%, y nadie está en condiciones", señalan.
Es un dilema importante. La Argentina es un país extraño en el cual la automotriz se vuelve la industria estrella y bate récords de producción, ventas e importaciones, y las autopartistas se funden. Quizá por eso el CEO de YPF, Miguel Galuccio, dijo hace pocos días que hay que hacer muchas cosas para poder explotar convenientemente Vaca Muerta. Fue en una charla con estudiantes de la Universidad Di Tella. Contó que en Estados Unidos la explotación de hidrocarburos en yacimientos no convencionales es un éxito porque no sólo hay allí menores costos, sino más recursos.
No sólo habló de recursos económicos, y lo ilustró con una anécdota personal. Hace años, en su carrera de petrolero, su empleador de entonces lo envió a vivir a Dallas. Allí, sus vecinos de un condominio lo invitaron a cenar para interesarse por su especialidad. Sabían que la propiedad estaba sobre un yacimiento y que, según la legislación americana, tenían derechos sobre los recursos del subsuelo. Allí estaba Galuccio, junto con diez vecinos que querían aprovechar las oportunidades y hacer negocios. Mentalidad emprendedora. El CEO de YPF tiene sus esperanzas puestas en particular en el gas, al que por su condición de menos contaminante de los recursos fósiles imagina como el que es capaz de hacer el puente entre los recursos energéticos tradicionales y los que vendrán a reemplazarlos.
De todas formas, pareciera que no sólo precios, costos controlados, seguridad jurídica, marcos previsibles y protección ambiental serán necesarios para poder explotar Vaca Muerta. También los recursos para emprender.