En el caso de la soja se hizo evidente la situación muy ajustada de oferta de cosecha vieja. La bomba explotó en harina de soja, donde ante la llegada del cierre de negocios marzo, los operadores se están viendo forzados a ponerle precio a este producto, y se dispararon las posiciones de contratos disponibles, quedando más atrasados los de cosecha nueva, lo que nos demuestra que esto es una cuestión que hace a la posición disponible. Sin embargo el USDA presentó en su informe de BASELINE PROJECTIONS una expectativa de aumento de área de soja mucho menor a la que el mercado esperaba. Además de esto, dado que espera un sustancial aumento en importaciones de China, la mayor oferta que eso supondría sería absorbida por la demanda en su mayor parte, y los stocks de EEUU no saldrían de la zona de riesgo. Esto cambia la visión de largo plazo de la soja. Con este panorama la oleaginosa debería seguir caliente el año próximo. Sin embargo veremos que se dice en el AGRICULTURAL OUTLOOK FORUM que se llevará a cabo esta semana, y luego el reporte de intención de siembra de fin de marzo.
En lo que hace al mercado local, de la mano de Chicago, la soja disponible tuvo una suba muy importante, que generó ventas adicionales de parte de los productores, que tomaron nota también de un dólar más tranquilo, y con perspectivas a permanecer así de aquí a junio. Esto se debe a la obligación de bancos de seguir liquidando tenencias para adecuarse a la norma del BCRA de la semana pasada, y el hecho de que en breve comenzarán a entrar los dólares de la cosecha nueva, la suba de precios que extendió el pase. La suba llevó también los precios de soja nueva a 300 U$S/tt despertando interés vendedor, mientras que el maíz también mejora pero más lentamente, y ubicándose en niveles que todavía no tientan para la venta. El trigo local sigue tranquilo pero en niveles elevados. Los exportadores siguen fuera de mercado, mientras los productores se atan a sus existencias, y los consumos internos por ahora no desesperan.
El lunes de esta semana se conoció el reporte mensual de oferta y demanda del USDA. Para el mismo se esperaba un aumento de exportaciones de maíz y soja. Esto debería redundar a su vez en una caída de stocks. Finalmente los aumentos de exportaciones se produjeron, pero en el caso de soja fueron menores y se compensaron con un incremento en importaciones. Así el número final de stocks quedó sin cambios. Esto generó presión negativa para la oleaginosa. En tanto el maíz mostró un aumento en la demanda externa mayor al previsto que se trasladó directamente a stocks, generando así una caída en las existencias que generó un recorte interesante. Esto resultó alcista para los precios. En el caso del trigo pasó algo similar. Para un análisis pormenorizado del informe del USDA puede ver la nota al respecto más abajo.
Sin embargo el jueves tuvimos otro reporte, el AGRICULTURAL BASELINE PROJECTIONS. Este informe es preparado para la confección del presupuesto de EEUU en noviembre, y muestra las perspectivas de la agricultura para los próximos 20 años. Sin embargo el foco del mercado se pone en la previsión para la campaña entrante. Los datos deben tomarse con pinzas porque son muy preliminares, pero como los analistas privados venían diciendo que esta campaña el área de maíz caería en casi 1 mill.ha. y la de soja subiría casi en 2 mill.ha. los impactos en stocks/consumo finales podrían ser muy elevados. Sin embargo finalmente el paso de áreas fue mucho menor. La superficie de maíz cedería sólo 700.000 ha y la de soja subiría en un área similar. En el caso del maíz la menor superficie se contrarrestó al tomar en cuenta para calcular la producción esperada un rinde tendencial mucho mayor al del año anterior, y finalmente los stocks volverían a crecer el año próximo, generando un impacto negativo en precios. En soja en tanto si bien estas previsiones hablan de mayor oferta, se incrementó fuertemente la demanda, por un aumento en las importaciones Chinas, llevando a que los stocks esperados fueran mayores, pero todavía en zona de riesgo para EEUU. Pueden verse los datos completos del AGRICULTURAL BASELINE PROJECTIONS en el informe específico del mismo.
Si esto es así, los precios de la soja deberán seguir firmes el año que viene, sobre todo si tomamos en cuenta que el cálculo se efectúa con un rinde muy elevado y que cualquier evento climático podría llevar a que volvamos a una situación de emergencia con los stocks. Hacemos hincapié en la expresión "si esto es así" ya que llama la atención el pequeño paso de área de maíz a soja con una relación de precios tan favorable a la oleaginosa. Recordemos que esta semana se harán el AGRICULTURAL OUTLOOK FORUM en el que analistas del USDA darán su visión personal de lo que puede pasar con estas variables para el año próximo, aunque no es una estimación oficial del USDA, y luego con el informe de área del 31 de marzo.
Mientras esto sucede, la cosecha de soja Sudamericana está llegando. Brasil continúa trillando en el norte, con un avance para Mato Grosso de más del 20%, y rindes que están muy por encima de lo esperado. El uso cada vez más generalizado de variedades de ciclo más corto están entregando la cosecha más temprano y haciendo que los embarques en febrero sean cada vez más importantes. Esto permitirá reabastecer el mercado más temprano. Por ello se aguardaban cambios de embarques de EEUU a Sudamérica de parte de China. Pero los importadores se habrían demorado mucho en hacer el cambio, y finalmente los vendedores son muy reacios a efectuar la cancelación. Esto llevó a que los embarques de soja de EEUU fueran puestos en cuarentena al entrar en China bajo el supuesto de que estarían contaminado con variedades de maíz transgénicos no permitidos en ese país. Esta novela tiene final abierto, pero en el mientras tanto China sigue comprando activamente tanto en Brasil como en EEUU para la campaña nueva, mostrando que en el fondo necesita la mercadería y que puede pagar estos precios.
En el frente climático, luego de varias semanas secas, llegaron lluvias al sur de Brasil que trajeron algo de alivio para la producción de maíz y soja. En tanto en Argentina la situación se estabilizó con las lluvias de febrero, y si bien hay una pérdida respecto de la producción potencial, de todas formas la productividad no debería ser mala. Es cierto que las fuertes lluvias generarán anegamientos en lotes bajos, y necesidad de controlar enfermedades y malezas, pero en definitiva el efecto sería más que contrarrestado por la buena humedad reinante.
En lo que hace al trigo en EEUU las bajas temperaturas y la falta de lluvias generaron una situación que comienza a generar cierta preocupación, empujando precios al alza. Sin embargo debemos tener en cuenta que los cultivos saldrán en la primavera del período en que se cubren de nieve y entran en hibernación. Allí recién podrá tenerse idea certera de la situación, mientras que la gran oferta disponible en el mundo hace que el efecto mencionado sea minimizado.
Sin embargo en Argentina el trigo juega un papel definitivamente local. La exportación está fuera del mercado, ya que se autorizó un saldo exportable chico (2,5 mill.tt.) del que gran parte ya está otorgado (hay 1,5 mill.tt. reprogramados del año pasado) y los permisos de embarque se darán en cuotas de 500.000 tt, cuando los exportadores tienen una posición comprada fuerte.
Esto deja un consumo interno cazando en el zoológico, lo que viene pasando desde hace tiempo. Sin embargo los productores tienen toda la intención de retener el trigo, y como los números de oferta están pero son ajustados, esto podría llevar a que sobre el final de la campaña se de una puja por precios para hacerse del trigo. Sin embargo por lo pronto el mercado sigue tranquilo, aunque en niveles de precio interesantes.
Los temas que desarrollamos en mayor extensión en esta oportunidad son:
Informe de oferta y demanda del USDA alcista para maíz, negativo para soja. Si ben en ambos casos se aumentó la exportación esperada para EEUU, en soja se compensó con mayores importaciones y menor consumo interno en EEUU, con lo que los stocks finales no cambiaron. Además para Sudamérica se espera mayor producción.
BASELINE PROJECTIONS muestra cambios no tan radicales para la superficie. El informe mostró los primeros datos para la campaña nueva, y marcó un aumento de área menor a lo que los analistas privados anticipaban en soja. En maíz no habría grandes cambios. Esto dejaría stocks ajustados de soja y abultados de maíz.
El ritmo de venta del productor Argentino, el ingreso de divisas, y la presión sobre el mercado internacional. Las ventas del productor Argentino se dan normalmente de marzo a junio, y el ingreso de divisas acompaña. La incertidumbre financiera hizo que no existieran las ventas buscando capturar precios elevados que son las que alimentan al mercado de allí en adelante. Los 2.000 millones que los exportadores calculan ingresar se componen por 1,2 mill. U$S que habitualmente ingresan, 900 millones que serían las fijaciones de mercadería que ya tienen recibida a fijar, y anticipo de ingresos de divisas adicionales, en un contexto de tipo de cambio más calmo y costos de cobertura más bajos gracias al mercado más tranquilo.