El ministro de Economía analiza la posibilidad de aumentar las tasas que se cobran a la exportación del producto para reducir las del trigo, el maíz y el girasol. Esta tarde, la Mesa de Enlace realizará una protesta en la ruta 14 a la altura de Gualeguaychú.
La posibilidad de aumentar las retenciones o los derechos de exportación a la soja (que hoy están en el 35%) y bajar las de otros productos como el trigo, el maíz o el girasol (que promedian el 20%) es una de las alternativas que se analizan bajo la órbita del ministro de Economía, Axel Kicillof, para intentar desojizar la cosecha agrícola y aumentar la producción de otros cultivos.
Los datos que le fueron entregados por el Ministerio de Agricultura indican que la superficie cosechada de soja era de 12,4 millones de hectáreas en 2002/03, frente a 6 millones de hectáreas de trigo. En la campaña 2011/12, la soja pasó a 17,6 millones, contra las 4,5 millones ocupadas por el trigo. Es decir que por cada hectárea cosechada de trigo había dos de soja en 2002/3 y ahora esa relación subió a cuatro hectáreas de la oleaginosa por cada una de trigo. Por ese motivo, es probable que los funcionarios de Kicillof intenten en el futuro cambiar esa relación. En particular si los hombres del campo deciden volver a las protestas.
En ese sentido hay que destacar la llegada de Javier Rodríguez al Ministerio de Agricultura. Se trata de un militante de La Cámpora y ex integrante del Centro de Estudios para el Desarrollo Argentino (Cenda) que fundó Kicillof en el 2006. Experto en temas agropecuarios, en noviembre fue nombrado secretario de Emergencia Agropecuaria. Es el tercero en la línea jerárquica detrás del ministro Carlos Casamiquela y maneja la caja más importante de la cartera de Agricultura, estimada en unos 700 millones de pesos anuales.
Antes de asumir ese puesto, Rodríguez era uno de los subsecretarios de Kicillof en el Ministerio de Economía. Este funcionario, recibido de Licenciado en Economía por la Universidad de Buenos Aires y con un Doctorado en Economía, tiene una visión exageradamente crítica del proceso de sojización que se inició en los 90. Ese hecho ha generado desde su asunción mucho temor en los empresarios del sector, así como también en algunos dirigentes políticos. Entre ellos se encuentra el líder del Frente Renovador, Sergio Massa, quien pide una reducción de las retenciones para los exportadores agropecuarios.
En sus libros Los señores de la soja y Consecuencias económicas de la soja transgénica, Rodríguez describe las desventajas del proceso de sojización en la pampa húmeda. En ambos cuestiona a empresas como Monsanto que consiguieron las licencias de comercialización de las semillas que se pueden modificar genéticamente. Su evaluación es que en los últimos años "se estableció un verdadero monopolio" y advierte que la soja "sustituyó a una gran cantidad de productos agrícolas, con la grave consecuencia de reducir las áreas dedicadas a producciones de la pampa húmeda entre las que se encuentran el sorgo, el maíz y el girasol".
Rodríguez es además crítico del rol que cumplen las empresas cerealeras a la hora de liquidar los dólares de la cosecha. Hay que destacar que con los actuales valores del dólar oficial, los exportadores reciben un dólar efectivo de unos 4,40 pesos, una vez que le son descontadas las retenciones. En el mercado paralelo, en cambio, el dólar se paga a unos 11,50 pesos, situación que plantea una seria distorsión en el mercado agropecuario que paga sus insumos al dólar libre.
La intención de los hombres que responden a Kicillof sería incentivar a los productores a que cosechen más trigo, maíz y girasol reduciendo la rentabilidad de la soja a partir de una suba de las retenciones o derechos de exportación. El problema del Gobierno es que los derechos de exportación vienen en franca caída. El Presupuesto de 2013 proyectaba una suba del 24%, pero la sorpresa es que hubo una caída del 9,5 por ciento. Por eso tendrá que hacer malabares para llegar a recaudar por ese concepto unos $88.500 millones como figura en el Presupuesto 2014, una cifra difícil de lograr en un contexto de una probable baja de precios de los commodities en el mundo si se toma en cuenta que en el 2013 se recaudaron 55.475 millones de pesos. Hay que destacar que el 80% de estas retenciones provienen de la soja y los derivados de la misma. Por ese motivo el aumento de las retenciones al producto es una alternativa que considera no sólo para desojizar la economía, sino también para aumentar los ingresos del Estado.
Rodríguez es crítico de los cambios en los marcos normativos que regulaban el funcionamiento del sector y tuvieron un cambio drástico durante la convertibilidad. Eso generó en su opinión una nueva desregulación en el mercado: "El funcionamiento del sector agropecuario ha favorecido a empresas grandes en detrimento del pequeño productor". En particular, tuvo especial incidencia el megadecreto 2284 de 1991 que dispuso una desregulación general de los mercados de productos agropecuarios y agroindustriales, al tiempo que eliminó entidades reguladoras tales como la Junta Nacional de Granos, la Junta Nacional de Carnes y la Dirección Nacional del Azúcar, entre otras. Este decreto también eliminó en forma generalizada los sistemas de cuotas de producción o de precios-sostén para la actividad agropecuaria.
En sus textos, el funcionario describe que el proceso de sojización argentino afectó además a otros cultivos y destaca que por ese motivo se sustituyeron producciones como el algodón y el arroz en zonas como el Chaco. Además, el economista manifiesta que "se produjo un espectacular avance de las empresas privadas sobre el sector agroindustrial y se ha desplazando al Estado de esas actividades". A su vez comenta que "la innovación en un producto puede encarecer el precio de los otros productos, y ello puede afectar negativamente al conjunto de la población". Según su pensamiento "el aporte de tanta tecnología al campo es uno de los culpables del proceso de sojización que se viene dando desde los 90 con el esquema neoliberal". Además opina que "la mayor rentabilidad de la soja estuvo facilitada por la incorporación de las semillas transgénicas de soja, que permitieron reducir los costos de tal producción que aceleró el proceso de sojización".
El ministro Kicillof mencionó el lunes pasado, cuando anunció la cuestionada apertura para exportar 500.000 toneladas de trigo, que "los problemas al interior del campo tienen que ver con una rentabilidad altísima de la soja". "No es que al trigo le vaya mal y haya que subsidiarlo. Es que compite con un cultivo como la soja que cuenta con una rentabilidad extraordinaria y estamos dispuestos a dar el debate y discutir las cosas con seriedad", apuntó. El debate que plantea el ministro tiene que ver con el proceso de sojización que se produjo de los 90 y que Kicillof junto a sus técnicos quieren modificar en su gestión.