Por Javier Blanco para La Nación

La tendencia al desmoronamiento que muestra el peso se profundizó ayer, tanto en el mercado oficial como en el informal, en el curso de una jornada en la que el Banco Central (BCRA) debió oficializar que ya tiene menos de US$ 30.000 millones bajo administración en reservas, la menor cantidad en 7 años y dos meses.

El nuevo hito en la cuesta descendente de esta estratégica tenencia, de cuya acumulación el Gobierno se vanaglorió por años, llegó tras otra merma de US$ 161 millones, la mayor para un día en lo que va de 2014. Esto provocó que la valuación pasara de US$ 30.019 millones a 29.858 millones, para alcanzar su menor nivel desde el 17 de noviembre de 2006.

En tanto, la moneda doméstica se desvalorizó oficialmente otro 0,75% frente al dólar estadounidense, al subir 4,5 centavos el tipo de cambio comercial (el que les pagan a los exportadores o les cobran a los importadores), que pasó de $ 6,71 a $ 6,7550, para marcar un nuevo récord.

El peso así ya se devaluó 36% en relación con el dólar en el último año (el mayorista estaba $ 4,9620 a esta altura de enero de 2013), aunque el ritmo de la devaluación, que apenas superaba el 20% por entonces, se aceleró hasta promediar una velocidad crucero anualizada de 107% en los últimos 30 días.

Igual recorrido, aunque amplificado, mostró ayer la cotización del peso en el mercado paralelo: los compradores necesitaron juntar 11,25 pesos para acceder a un dólar, 30 centavos más que anteayer o $ 1,27 más que el último día de 2013. Hace un año para concretar esa misma operación bastaban $ 7,34.

De esta manera, en operaciones libres, la depreciación del peso llegó a 1,8% en la jornada, más que duplicando la tasa de ajuste del tipo de cambio oficial pese a que el BCRA la volvió a acelerar ayer en un intento por no ceder más reservas por intervenciones en la plaza cambiaria.

"Dejaron que el mercado fluya y el precio se les disparó. Cuando la cotización llegó a $ a 6,7650 el BCRA comenzó a vender y lo hizo caer más de un centavo de golpe. En ese momento reaccionaron los exportadores, que temieron que lo volteara más y comenzaron a liquidar. Eso le permitió al BCRA balancear el mercado y cerrar el día con una venta mínima de dólares que rondó los US$ 10 millones", confesó un operador que sigue de cerca los movimientos de la mesa de dinero de la entidad monetaria.

El detalle deja a la vista que la nueva sangría no estuvo relacionada con las ventas para dosificar el ritmo de caída del peso, sino con los abultados egresos que se producen por pagos de la deuda o de importaciones de energía.

Ayer, según logró establecer LA NACION de fuentes oficiales, el 75% de la caída de reservas se produjo por la cancelación de unos US$ 120 millones que se giraron para achicar una millonaria deuda que el país mantiene con Bolivia por la importación de gas. El déficit de la balanza energética llegó a los US$ 7000 millones durante 2013 y sigue en ascenso.

La caída de reservas se espiralizó luego de que el Gobierno impuso el denominado cepo cambiario, precisamente, intentando evitarla. Con la baja de ayer, el derrumbe alcanza los 22.796 millones desde el 26 de enero de 2011 (cuando alcanzaron un récord de US$ 52.654 millones). Pero el 77% de esa pérdida se produjo desde el momento en que se comenzó a impedir el libre acceso a la moneda estadounidense.

"Parece que nunca abrieron un libro de economía. En cualquier país, cuando falta producto lo que intentás es aumentar la oferta para que no suba el precio. ¡No se dan cuenta de que el problema no es la demanda, sino que haya oferta!", advirtió ayer en una entrevista el ex presidente del BCRA Aldo Pignanelli, para quien mientras no cambien las expectativas el "dólar va a seguir generando incoherencias".

Su colega, Jorge Todesca, de la consultora Finsoport, cree que la desesperación del argentino promedio por acceder al dólar creció "ahora que se encarecieron los autos, los viajes y las compras en el exterior. Todos los caminos conducen al dólar (...) y la gente busca ahora el billete, ya que tiene menos sustitutos", explicó.

Con relación al primer día hábil del año, el drenaje de reservas alcanza los US$ 730 millones, pese a los intentos que el BCRA hizo por atraer dólares financieros (ofrece a diario una letra indexada a exportadores cerealeros para que le liquiden), a sabiendas de que al grueso de los comerciales debe esperarlos hasta mediados de marzo.

Y las vías alternativas que se intentaron no dieron resultado. Incluso alguna ya quedó en el camino, como la idea de que la Anses se endeude poniendo en garantía parte de la cartera de títulos en dólares que administra, que naufragó apenas sus propulsores descubrieron que los estatutos le impiden a ese organismo hacer ese tipo de operaciones..

Del editor: qué significa

A más de dos años de ser instaurado, el cepo cambiario pasa la factura. Al achicarse la oferta de dólares, subió con fuerza la avidez por esa divisa.