El Gobierno decidió reducir el financiamiento del Banco Nación exclusivamente a los productores de soja, para obligarlos a desprenderse de este grano si aún lo tienen almacenado en sus campos.
La medida la ejecutó el directorio del banco a través de la resolución N° 4762, que luego les fue informada a sus gerentes mediante una circular reservada, fechada el 18 del actual y que lleva el número 1780. El presidente del Nación es Juan Ignacio Forlón, amigo personal de Máximo Kirchner, según informó el periodista Fernando Bertello del diario La Nación.
Como muestra de que el foco está en la soja, la resolución habla de "normas transitorias" hasta el 28 de febrero de 2014, puntualmente para aquellos clientes, ya sean propietarios, arrendatarios, contratistas, entre otros, "cuya actividad principal o secundaria incluya producción de granos de soja".
Entre esas normas "transitorias", el banco dispone elevar "todas aquellas prórrogas, refinanciaciones y/o esperas" para su tratamiento en el ámbito de la comisión de banca comercial y consideración por parte del mismo directorio.
"Esto significa que cualquier renovación de carpetas de refinanciamiento va a tener que ser considerada por el directorio, no por los gerentes zonales", señaló una fuente con conocimiento de la resolución. También establece adecuar límites vigentes para uso de líneas de crédito para financiar capital de trabajo y gastos de evolución.
En otras palabras, acota el financiamiento en medio de los vencimientos. Ejemplos: los clientes podrán cursar operaciones por hasta el 90% de la deuda que registre en concepto del crédito en vencimientos que se produzcan durante diciembre del actual y enero de 2014. Mientras tanto, se podrán cursar operaciones por hasta el 80% en vencimientos durante febrero de 2014. En ambos casos, cualquier remanente disponible no se podrá usar.
"No sólo te acotan lo que tenías, sino que no se puede usar el remanente disponible. Por ejemplo, si tenías un crédito por 100.000 pesos y sacaste $ 30.000, pero tu carpeta daba para $ 100.000, si vas a pedir el resto ahora no se puede usar", contó una fuente de la producción.
Otro productor ejemplificó: "Si tenés un acuerdo en descubierto por $ 500.000, ahora se fija en $ 450.000 o menos".
Las fuentes consultadas coincidieron en que se afectan documentos a sola firma, la venta de cheques, el acuerdo en descubierto y tarjetas para comprar insumos. "Todo esto es de capital de trabajo para comprar combustible, fertilizantes, repuestos, etcétera. Si te reducen estas alternativas para financiarte, que no son baratas pero que facilitan las cosas, se te complica y tenés que salir a vender soja", expresó otra fuente.
Para Ernesto Ambrosetti, economista jefe del Instituto de Estudios Económicos y Negociaciones Internacionales de la Sociedad Rural Argentina (SRA), la normativa "restringe capital de trabajo a los productores, obligándolos a vender soja en el caso que la tengan, porque muchos productores no la tienen".
El argumento oficial sería que en lugar de usar el crédito el productor se financie vendiendo soja. De esta manera, se interpreta, luego podrían ingresar dólares, si se exporta el grano. "Quieren desfinanciarnos, obligándonos a buscar el crédito por otro lado", dijo un productor que admitió que al ritmo de devaluación oficial conviene endeudarse con un crédito antes que vender el grano.
Presión por la soja retenida
Necesitado de dólares, el Gobierno puso bajo presión a los productores por la soja retenida. Oficialmente se habla de unos 10 millones de toneladas sin vender. Sin embargo, en el sector muchos creen que es bastante menos lo que estaría en manos de los productores.
Para quienes realicen como actividad principal el acopio de granos, la medida dice que en las futuras calificaciones no se dará tratamiento a nuevos límites mientras dure esta resolución. "Esto es peligroso, porque podés tener acopio, pero la soja no es tuya, sino de los productores", contó una fuente de la producción consultada.
Quienes demuestren estar en emergencia o desastre agropecuario no estarán alcanzados por esta medidas. Tampoco afecta las líneas de crédito con una garantía real, como una hipoteca