Graciela Camaño piensa y dice lo que Sergio Massa, líder del Frente Renovador, piensa y dice. Es casi su álter ego en la política, una de las pocas dirigentes de su total y absoluta confianza y, por lo tanto, sostén del proyecto presidencial Massa 2015. Pero, para llegar hacia aquella meta, esta diputada nacional sabe que primero hay que transitar este año que recién comienza. "Y va a ser un año tremendamente complicado y conflictivo", sentencia.
"Yo creo que la Presidenta no está tan ausente como piensa la mayoría. Al contrario, creo que ella es plenamente consciente de los problemas y de que su gobierno no los puede resolver correctamente, tanto por ineptitud como por el desgaste de 10 años de gestión. Por eso se esconde. No quiere ser la cara visible del tremendo ajuste que realiza su gobierno", enfatizó la diputada Camaño en diálogo con LA NACION.
-¿Cree que ese ajuste comenzó?
-¡Por supuesto! Hay un ajuste brutal que el Gobierno aplica con una devaluación en pequeñas dosis y con inflación, pero que intenta disimular detrás de la estrategia política del relato.
-¿Cree que el Gobierno, en los dos años que restan de gestión, aplicará soluciones de fondo?
-No (tajante). El Gobierno parece decidido a soportar esta situación hasta el final del mandato. El problema es la enorme debilidad de su gestión y el desprestigio que lo afecta tanto en el plano interno como externo.
-¿Piensa que el país tolerará este estado de situación otros dos años?
-(Piensa.) La gente está muy enojada, pero sabe que el mandato de Cristina Kirchner tiene que terminar como corresponde, el 10 diciembre de 2015.
-¿Y la oposición es consciente de eso? Porque con los saqueos de diciembre pasado, el Gobierno apuntó contra ustedes...
-Por supuesto que hay plena conciencia en toda la oposición. Nadie medianamente sensato puede hablar de desestabilización; eso es parte del relato mentiroso del kirchnerismo para defenderse y tapar su ineptitud, su falta de dedicación a la gestión y, lo más grave, el haber vulnerado la confianza pública ante tantas denuncias de corrupción.
-Usted fue ministra de Trabajo en el gobierno de Eduardo Duhalde. Según su experiencia, ¿cómo serán las próximas paritarias con este nivel de inflación?
-Ya el año pasado se evidenció que los acuerdos salariales corrieron por detrás de la inflación. Este año el problema tiende a agravarse por el envión que tomó la inflación en los últimos dos meses. Sin duda, éste es el conflicto más fuerte que se viene, porque el problema no afecta sólo a los asalariados, sino a la enorme masa de trabajadores fuera del sistema y que están en negro. No va a ser un problema sencillo de resolver, porque las paritarias van a partir de una base muy alta.
-¿Cuál estima que será esa base?
-Bueno, se está hablando de un 30 por ciento. Eso lo dice cualquier dirigente sindical medianamente razonable.
-El Gobierno culpó a las empresas del colapso energético y los cortes de luz. ¿Está de acuerdo?
-Hay que dividir la responsabilidad. Edenor no es Edesur; en Edesur están los problemas más graves por el atraso en las obras de inversión. También hay que decir que la tarifa actual no es la que pagan los usuarios en sus boletas, sino que hay que sumar también los impuestos que luego se transforman en los cuantiosos subsidios que van a las empresas. Hay que poner la lupa en Cammesa (Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico SA), que es una empresa pública; allí hay problemas serios. Lo que quiero decir es que nadie puede hacerse el inocente: los funcionarios son partícipes necesarios del caos energético y ellos saben perfectamente cuáles son las empresas que no aplicaron los subsidios a obras públicas. El problema no son las tarifas ni la ola de calor, sino el tremendo negociado que existió en materia energética que generó este gobierno.
"Massa 2015"
Uno de los desafíos del Frente Renovador será que Massa no termine diluyéndose políticamente en su nuevo papel de diputado nacional. Por esa razón, su mayor esfuerzo estará puesto no tanto en el recinto, sino más bien en darle un contenido nacional a su espacio político; con ese fin tiene previsto viajar este mes a Carlos Paz y luego a Chubut, el terruño de su aliado político Mario Das Neves.
"Éste será un año fundamentalmente de trabajo del Frente Renovador. Se nos viene una agenda muy intensa con el objetivo de nacionalizar nuestro espacio político. Sergio es el motor de este proyecto, es un trabajador nato y lo que quiere es representar los problemas de la gente. No vamos a descuidar los conflictos macro, pero queremos ir ahí donde están los problemas de los ciudadanos", dice Camaño.
-Después de que Massa ganó las elecciones en Buenos Aires, se especuló con un pase masivo de gobernadores y dirigentes kirchneristas al massismo. Pero hasta ahora esto no se ha visto demasiado. ¿Qué sucede?
-Hay gobernadores e intendentes que están hablando con Sergio, pero ésas son decisiones que corresponderán a otro tiempo. Nuestro objetivo inmediato es trabajar todo el territorio y, mientras tanto, mantener contactos con todos aquellos dirigentes interesados por el liderazgo que muestra Sergio.
-¿Pretenden sumar dirigentes de otros partidos no peronistas?
-Sí, pero no responde a una estrategia electoral. Nosotros somos un grupo de personas cansadas de ver tanta división, que le hizo muy mal al país. Si queremos atravesar el siglo XXI de otra manera, es necesario que haya consensos sólidos que excedan lo electoral. De esto Sergio es plenamente consciente.
-¿El que viene debería ser un gobierno de coalición o de consenso?
-Creo que debería ser un gobierno de consensos. Por nuestras divisiones ideológicas o metodológicas los argentinos perdimos la oportunidad histórica de intentar llevar el barco todos juntos. Tenemos que acabar de una vez con esta división en bandos que tanto mal nos hizo.