Brasil podría ingresar con sus carnes vacunas a los Estados Unidos mucho antes que la Argentina. Según reveló el sitio de internet valorcarne.com.ar , especializado en el negocio ganadero, el Servicio de Inspección de Salud de Animales y Plantas de Estados Unidos (Aphis, en sus siglas en inglés) publicó el 23 de diciembre pasado el borrador de una norma para autorizar la importación de carne vacuna de 14 estados brasileños.

Según estimó el director de valorcarne.com.ar , Miguel Gorelik, el mercado norteamericano podría estar abierto para los brasileños en el segundo semestre de este año.

La publicación de la normativa se conoció cuatro días después de que el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, en sus siglas en inglés) y el Ministerio de Agricultura de Brasil acordaran resolver "a la mayor brevedad" los problemas existentes en materia de comercio de carnes entre los dos países.

Esta publicación abre un período de 60 días a partir del cual las diferentes partes involucradas -ganaderos e industriales, entre otros- pueden opinar sobre su contenido para que el Aphis le dé una respuesta.

Según estimó el organismo norteamericano, las exportaciones brasileñas alcanzarían un promedio de 40.000 toneladas anuales.

Mientras Brasil avanza rápidamente en el mercado norteamericano, la Argentina tiene bloqueada la apertura. Estados Unidos dejó de comprar carne argentina en el año 2000, cuando reapareció la fiebre aftosa en el ganado vacuno, pocos meses después de que el país se declaró libre de la enfermedad sin vacunación. Pese a que la Argentina superó el problema de la fiebre aftosa con la reanudación de la vacunación del rodeo, no pudo volver a exportar carne a ese país.

Diversas misiones sanitarias del Aphis visitaron el país en los últimos años -la última fue en noviembre pasado-, pero la apertura no se concreta. Muchos observadores creen que es una consecuencia de la mala relación política que construyeron los Kirchner con los gobiernos norteamericanos desde 2003.

En agosto de 2012 el gobierno argentino llevó el caso a la Organización Mundial del Comercio (OMC), pero los tiempos de este organismo multilateral son más lentos que los de las negociaciones bilaterales.

Si Brasil logra finalmente la apertura del mercado norteamericano, en forma indirecta podría beneficiar a la Argentina, ya que su reclamo ante la OMC sobre una discriminación tendría un mayor peso, dado que el estatus sanitario de Brasil y el de nuestro país son similares.

En los tres años que el mercado norteamericano estuvo abierto para las carnes argentinas -entre 1997 y 2000- se vendieron en promedio 100 millones de dólares anuales. Otro mercado que había experimentado un crecimiento similar fue el canadiense, que toma parámetros similares a los de Estados Unidos.