El campo podría regar al Gobierno con una lluvia de dólares si, con la llegada de Carlos Casamiquela al Ministerio de Agricultura, encarara un giro de 180 grados en su política hacia el sector. En dos años, el agro podría aportar US$ 4000 millones adicionales y a cinco años o más estirar esa cifra a US$ 14.600 millones. Una masa de dinero suficiente para frenar, por ejemplo, la pérdida de US$ 1000 millones por mes de las reservas del Banco Central.
Son proyecciones de especialistas que creen que eso se alcanzaría si el
Gobierno da señales para regenerar la confianza del sector, está dispuesto a
desandar el sistema de ROE y los cupos de exportación, apunta a bajar la presión
de las retenciones y si, además, el agro reacciona con más producción.
Carne . En el caso de este producto, la Argentina exportó en 2005 unas 770.000 toneladas de carne. Además, entre 2002 y 2005 se dio un salto del 27% en la productividad. Según Ernesto Ambrosetti, economista del Instituto de Estudios Económicos y Negociaciones Internacionales de la Sociedad Rural Argentina (SRA), de haber continuado esa tendencia la Argentina ya podría haber alcanzado una exportación de un millón de toneladas de carne. Pero vino la intervención y el año pasado la Argentina sólo exportó 183.000 toneladas. Para Ambrosetti, con un cambio de política el país exportaría cinco veces más que lo vendido en 2012. "Hoy la entrada de divisas [en carne] ronda los US$ 1300 millones, pero se puede pasar a US$ 6500 millones", dijo. ¿Y en qué plazo? Para Ambrosetti, "es lograble en cinco años, pero es lo que ya deberíamos tener sin la intervención".
Para Juan Manuel Garzón, economista jefe del Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (Ieral), perteneciente a la Fundación Mediterránea, en los próximos dos años el país debería al menos exportar 200.000 toneladas adicionales de carne que sumarían US$ 1100 millones. Eso se logra, indicó, "modificando la política tributaria y comercial, reduciendo derechos de exportación, encajes de exportación, y generando mejores condiciones generales para los exportadores".
Más exportaciones reactivarían una industria frigorífica que perdió 15.000 empleos y registró el cierre de 130 plantas. Pero, además, se generarían unos 5000 empleos adicionales.
Juan Rey Kelly, economista de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), cree
que, si hay señales en su favor, el agro responderá positivamente. "La respuesta
sería muy rápida. El empresario agropecuario argentino demuestra que es capaz de
responder rápidamente como fue posteriormente a la crisis de 2001, generando las
divisas que eran necesarias para recomponer las reservas internacionales y
brindarle estabilidad y confianza a la economía, así como comenzar a dinamizar
la economía del interior", opinó.
Granos. Para Ambrosetti, sin la intervención el campo ya debería haber alcanzado una cosecha de 120 millones de toneladas, contra los 100 millones en que se encuentra estancado. En su opinión, si hay cambios de políticas podrían agregarse 20 millones de toneladas más que acercarían otros US$ 7000 millones.
¿Y en qué tiempo el salto? "En tres campañas se podría alcanzar", explicó.
Rey Kelly añadió: "La Argentina podría estar produciendo 18 millones de toneladas de trigo e ingresarían más de 2800 millones de dólares. En maíz deberíamos alcanzar los 35 millones de toneladas, lo que representaría en divisas adicionales más de 2200 millones de dólares". Así, sólo por trigo y maíz habría US$ 5000 millones extras.
En tanto, el economista del Ieral aporta otra visión más a partir de la intensificación del uso de la tierra, con el trigo en invierno y después con la soja. "El área sembrada puede crecer rápidamente en un millón de hectáreas que, a rindes medios, permitirían producir 2,8 millones de toneladas adicionales con un valor actual de exportación de entre 900 y US$ 1000 millones", subrayó.
Según Garzón, si las empresas tienen márgenes que les permitan invertir en
tecnología, la productividad media de los cultivos aumentará. "Un incremento del
2% de la productividad media representa aproximadamente unos 2 millones de
toneladas adicionales, que con un valor promedio de US$ 370 la tonelada, con un
precio promedio ponderado de la canasta de granos que exporta el país proyectado
a 2014, significaría un ingreso adicional de divisas de US$ 740 millones",
precisó.
Leche. Para la leche, Ezequiel de Freijo, analista económico de la Rural, puso al sector en esta perspectiva: "Si aparecen las inversiones, por un cambio de ambiente, la lechería podría volver a crecer a su tasa de largo plazo (2,3% anual), con lo cual en 10 años llegar a los 14.000 millones de litros. Esto implica aumentar las exportaciones de lácteos en un 84% en diez años. Podrían entrar 1000 millones de dólares adicionales [en 2012 fueron US$ 1500 millones]".
¿Dará el Gobierno, a través de Casamiquela, señales para que lleguen todos estos dólares? Gustavo Oliverio, coordinador de la Fundación Producir Conservando, considera que el Gobierno tiene que "mostrar cosas" y una de ellas es confianza. "Hay que volver a generar confianza y desandar las regulaciones de los últimos años", señaló.
Falta ver si la promesa de Casamiquela de "revisar" los ROE se traduce en alguna señal para dar confianza.
Palabra de especialistas
La visión de tres economistas
Ernesto Ambrosetti / economista SRA
"Hay que eliminar las trabas a la exportación, eliminar los derechos de exportación al trigo, el maíz y el girasol, y reducirlos en la soja"
Juan Rey Kelly / economista CRA
"La presión impositiva actual es insostenible para el sector y la economía en su conjunto. Estamos perdiendo competitividad"
Juan Manuel Garzón / economista IERAL
"Los productores guardan más soja de lo habitual por defensa contra la inflación y a la espera de mejoras en el tipo de cambio y el contexto general"