Con la crisis que castiga a las economías regionales como telón de fondo, tres gobernadores que comulgan con la Casa Rosada echaron mano a un proyecto de ley para apuntalar al mosto de uva que sustituye al azúcar en la elaboración de bebidas y jugos.

Aunque ninguno peca de inocencia, en Mendoza, La Rioja y San Juan aseguran que solo buscan preservar la industria del vino con uno de sus subproductos. La posible medida, sin embargo, amenaza otra producción regional, el azúcar, que también se desarrolla en provincias cuyos gobiernos son fieles a Cristina. Es el caso de Tucumán y Jujuy.

Ese proyecto de ley impulsa que las bebidas sin alcohol que se elaboren con mosto de uva tributen 2,8% de impuestos internos. Las que recurran al azúcar deberán pagar 28%. El proyecto de los defensores del mosto está acompañado por el jefe de Diputados, Julián Domínguez, en lo que es una certeza de que avanzará velozmente.

En ambos sectores industriales son reacios a hablar públicamente del tema, pero dejan trascender que la iniciativa partió del mendocino Francisco Paco Pérez y logró el apoyo de José Luis Gioja en San Juan y de Luis Beder Herrera de La Rioja. En la industria azucarera señalan que ya son discriminados.

Afirman que actualmente las bebidas en base a jugos tributan un 4% de impuesto interno, mientras las que contienen azúcar tienen una alícuota del 8%. “Pretenden corregir la falta de competitividad de subproductos como los mostos de uva y de manzana, golpeando injustamente a la producción del azúcar de caña”, dicen.

El proyecto de ley tiene un solo artículo en el que dispone gravar con un impuesto interno del 28% a las bebidas analcohólicas, gasificadas o no, entre otras. Y a renglón seguido establece reducir esa tasa en 90%, la fija en 2,8%, para productos que contengan jugos de fruta entre los cuales se incluye a los mostos de uva y manzana.

Argentina produce unas 200.000 toneladas de mosto de uva, sobre todo en Mendoza. La actividad azucarera abastece a la industria de bebida con unas 300.000 toneladas y hay otro volumen similar suministrado con la fructosa. Los azucareros estiman que, de ser aprobado, los afectaría en 50.000 toneladas: “El impacto será mayúsculo en el Norte”, sostienen. A su vez, los industriales del vino señalan que el mosto perdió mercado y que su precio se derrumbó 30% en lo que va del año. “La situación es grave”, afirman. Creen que con el proyecto podrían colocar 40.000 toneladas de mosto para endulzar bebidas sin alcohol. Pero lo que terminará endulzando a Cuyo amargará al Norte.