En general, los principales países, tanto productores como consumidores, tienen un gran espacio para vinos importados. Ese es el caso de Estados Unidos, mercado que tiene el 31% de sus ventas lideradas con vinos importados, principalmente franceses, italianos, españoles, australianos, chilenos y argentinos.
Del último informe publicado por el Instituto Nacional de Vitivinicultura se desprende que el volumen de vinos importados durante el año 2012, ascendió a 5.903 hectolitros.
De la cifra importada, el 87,71% fue blanco y 12,29% tinto. La totalidad del volumen fue fraccionado en botellas, correspondiendo el 66% a España, según informó el Diario Losandes.
El 83% de las botellas internacionales que se pudieron adquirir en el mercado fueron espumantes de España, Francia e Italia, entre otros, luego siguen vinos y varietales, procedentes de Chile, Francia, Italia, Israel, Estados Unidos y España, entre otros países de menor volumen.
El 1,31% fue para la categorías de gasificado, frisante, jerez y oporto, provenientes de España, Francia, Italia y Portugal.
El negocio local
Para Martín García Miglione, gerente General Freixenet Argentina, la recepción de los cava es excelente. "Tiene una muy buena aceptación entre los consumidores, principalmente entre la comunidad española argentina que es muy amplia aquí. Si bien Freixenet es muy fuerte en España e internacionalmente, en Argentina la marca tiene mucho espacio para crecer. Tiene un potencial enorme y para ello hemos iniciado un desarrollo de trabajo para darlos a conocer más entre el público consumidor", dice el ejecutivo de la bodega española.
Y agrega: "Estamos teniendo una muy buena performance en una categoría donde aparecen competidores cada día, hoy hay una competencia en el segmento que hace años no había. En este contexto tratamos de diferenciarnos desde un producto español de alta calidad".