Aseguran que el controvertido secretario de Comercio Interior paralizó así a muchas pequeñas empresas proveedoras de insumos para otras grandes.
"Es una locura, hubo líneas de producción que entraron en peligro, muchos de esos empresarios afectados no tienen contactos políticos, no conocen a Moreno y no tenían la menor idea de cómo solucionar los problemas", dicen.
La escasez de divisas atormenta al Gobierno. Los meses que vienen son de poca entrada de dólares y para recibir otra oleada grande debe esperar a abril de 2014, cuando comience una cosecha de soja que todavía no ha sido sembrada. Otro aporte podría venir del maíz, pero las trabas al ingreso de insumos desalientan ese cultivo, que tiene costos mayores y riesgos más altos que la oleaginosa a la que la Presidenta llamó "yuyo". Hasta entonces un gran proveedor de dólares será el sector minero.
Pero las necesidades que impone el déficit energético hacen que Moreno trate de cerrar todas las salidas. En la reunión con empresarios y sindicalistas, en Río Gallegos, le plantearon a la Presidenta que las restricciones habían llegado demasiado lejos y ponían en peligro la actividad y el abastecimiento en varias industrias. "El muchacho está medio desbordado", dicen que les dijo Cristina Kirchner.
La mandataria pidió que hablen con la ministra Débora Giorgi. "No parece la mejor salida, porque Moreno siempre la maltrata y rompe los acuerdos que ella hace. No es la única queja. Está dejando todos los aumentos de precios para después de las elecciones, a muchos nos está matando". Explican que los congelamientos de precios son una trampa. "Hay cien precios que están congelados y se controlan en los supermercados; esos valores son un tercio de los de mercado, son una pérdida gigante y no hay una cantidad limitada. Presionan a los supermercados clausurándolos si no ofrecen los artículos, con lo cual la demanda es infinita", relatan.
Productores de alimentos aseguran que mucho de lo que entregan, "vuela de las góndolas". Dicen que "el Gobierno no entiende que ha afectado la rentabilidad de las empresas y que así no hay inversión posible". Señalan también que, para colmo, cuando Moreno les revisa la balanza comercial para ver cuánto exportan e importan, les cuenta las compras externas de maquinaria. "Resulta que si uno compra máquinas para armar una línea de producción, es un importador como el que compra chucherías en China para revenderlas", se queja un ejecutivo.
El cepo a las importaciones de los pequeños proveedores de insumos ha terminado en marañas kafkianas. En algunos casos, las grandes compañías, que tratan con Moreno, hicieron las compras en nombre propio para luego entregarles los bienes a los que los usan para fabricarles insumos. Un recorrido insensato. La ineficacia y la burocracia generan puestos de trabajo. "Nunca tuvimos un departamento de comercio exterior tan numeroso, que lamentablemente no está ocupado en generar nuevos mercados en el exterior, sino en luchar con los trámites locales y confeccionar planillas e informes, de los que nos piden miles", explican en una multinacional.
Dicen que otros empleos han florecido y son un poco menos explicables. Afirman en varios sectores y distintos informantes que comenzaron a rondar "gestores", que juran tener contactos para destrabar importaciones. "Comenzaron a rondar antes de las PASO y sobre todo entre los pequeños y medianos empresarios más afectados por el cepo. Les piden el 15% de comisión", dicen las fuentes. Son personajes que no dejan tarjeta, que apenas informan un número de teléfono móvil y no dicen representar a gestora formal alguna. Los que recibieron sus visitas dicen que les ofrecieron diversos mecanismos y cobrar cuando la operación se concretara. Nadie confiesa haber usado los servicios, con lo cual nadie está seguro de que sean corruptos con vinculaciones con el Gobierno o simples timadores.
Todas las medidas para mejorar el balance de divisas han generado grandes problemas. Ricardo Echegaray, jefe de la AFIP, desmintió que se vaya a aumentar el impuesto a los gastos con tarjeta en el exterior. Pero quienes creen posible un tipo de cambio diferencial piensan que será tanto para los gastos de los argentinos afuera como para los de los turistas extranjeros en el país. Por ahora, el Gobierno sigue un camino más ortodoxo: devalúa el peso.
Las quejas de los empresarios
Algunos empresarios se quejaron ante Cristina Kirchner porque las barreras que impone el funcionario están afectando la actividad y el abastecimiento de varias industrias. "El muchacho está medio desbordado", les dijo la Presidenta.
En varias empresas afirman que comenzaron a rondar "gestores" que piden un 15% de comisión a cambio de destrabar importaciones