En el Centro de Convenciones Metropolitano de la ciudad de Rosario se desarrolla la primera jornada del XXI Congreso de Aapresid bajo el lema ‘Otra Tierra’. Los inscriptos suman 3351 y por la tarde, luego del almuerzo, cientos de ellos colmaron la sala DEKALB para participar de la conferencia ¨Agricultura de Conservación y Siembra Directa, en la búsqueda del concenso¨ a cargo de Gérard Rass, miembro del Instituto para la Agricultura Sustentable de Francia, Rafael Fuentes Llanillo, investigador en socio-economía del Instituto de Agronimía de Paraná, Brasil y Miguel Taboada, director del INTA.
El primero en hacer uso de la palabra fue el francés Gérard Rass, quien desde una perspectiva global puso bajo análisis la realidad agrícola en suelo europeo y, en particular, en algunas regiones de su país.
¨Necesitamos acuerdos para alimentar personas pero también para proteger la biodiversidad. Se trata de lograr un equilibrio entre las necesidades humanas, la preservación de los habitantes y el medio ambiente. Ese es el desafio vital¨, planteó Rass.
Como quien no quiere dar lugar a segundas interpretaciones, el disertante fue enfático al asegurar que¨la mejor y la única forma de mantener un suelo de calidad es la Agricultura de Conservación¨. Y de inmediato avanzó en algunos puntos para desglozar el concepto: “Agricultura de Conservación es sinónimo de remoción mínima del suelo, cobertura permanente del suelo y rotación diversificada de cultivos¨, resumió.
Sin embargo, a su juicio, esa noción se encuentra más difundida en América Latina que en Europa. Para graficar su planteo tomó el ejemplo de Francia donde señaló que sólo el uno por ciento de la tierra cultivada se trabaja con sistemas de Agricultura de Conservación ¨a pesar que allí radica la columna vertebral de la sostenibilidad¨.
El segundo en tomar la palabra fue el brasilero Rafael Fuentes Llanillo. ¨Soy investigador de una provincia pionera en el empleo de Siembra Directa¨, dijo en referencia al estado de Paraná, Brasil .
Bastaron sólo unos pocos datos aportados por Llanillo para advertir la importacia de enfocar el análisis de la producción agrícola a nivel global desde una perspectiva latinoamericana. ¨En el mundo son 117 millones las hectáreas explotadas con sistema de Siembra Directa. Esto significa apenas un ocho por ciento de la superficie agrícola total, y sudamérica representa las dos terceras partes de ese territorio¨, explicó.
Tras repasar los beneficios que la adopción del sistema de Siembra Directa representó para la agricultura brasilera desde su implementacion hace tres décadas, el investigador se refirió al problema del monocultivo de soja que afecta distintas regiones de su país. Con humor, luego de plantear alternativas y explicar el valor de rotar los cultivos dijo: ¨La soja es la reina del sistema agrícola pero el maíz es el primer ministro, por eso debemos cuidarlo¨.
En tercer y último lugar, tomó la palabra Miguel Taboada, director del INTA,
encargado de traer a la mesa de exposisiones el escenario argentino.
Taboada brindó practicamente una clase académica, dando cuenta de su basta
trayectoria en casas de altos estudios. Citó infinidad de trabajos de
investigación desarrollados en el marco de diversas instituciones para plantear
algunas ideas.
¨El crecimiento exponencial en la adopción del sistema de Siembra Directa en Argentina a lo largo de las últimas dos décadas muestra la historia de una éxito¨, analizó Taboada.
En ese misma línea, repazando algunas bondades de ¨la directa¨ destactó la mayor estabilidad de los suelos. ¨Se vuelve evidente que la calidad del suelo depende del manejo de los cultivos¨, reflexionó.
El director del INTA no sólo habló de Agricultura de Conservación y Siembra Directa sino que trajo a debate otro tema de su interés: el riesgo de contaminación por pesticidas. Y lo puso en perspectiva histórica. ¨Tenemos una agricultura más sana que la de 50 años atrás. Sin embargo, recientes estudios dan cuenta de restos de glisfosato en los cultivos, se trata de un dato que refuerza la necesidad de monitorear la producción agrícola de cerca¨, concluyó.