En el marco de la Primera Jornada de Responsabilidad Social del Sector Alimentario organizado por COPAL y SAN, Agrositio se comunicó con uno de sus disertantes: el Doctor Sergio Britos, quien forma parte de la red Nutrición 10, Hambre 0.

Sergio Britos afirmó que: “En Argentina el problema de la desnutrición ha venido disminuyendo, hoy en día está en el orden del 8% de los niños en nuestro país. Pero la anemia, por ejemplo, afecta a un porcentaje mayor de niños que constituyen un problema que debemos resolver.”

“El informe de FAO sobre las Perdidas y Desperdicios de alimentos, plantea que a nivel mundial un tercio de los alimentos producidos se pierden en diferentes momentos de la cadena de valor, en la cosecha, poscosecha, en el acopio, en la distribución, etc. En total 1300 millones de toneladas de alimentos se pierden o desperdician en el mundo”, afirmó Britos.

Por último, el doctor de Nutrición 10, Hambre 0, aseguró que la calidad de la producción agrícola-ganadera de la Argentina es buena, y además resaltó que en los últimos 7 años nuestro país ha estado invirtiendo en mejorar la calidad nutricional de los alimentos. “Si uno compara con productos de hace 15 años atrás, encontramos muchos productos que disminuyeron la cantidad de azucares, sodios, grasas trans, entre otros; y eso habla de un mejoramiento en la calidad de los alimentos que comemos. Cada vez tenemos más opciones saludables que elegir”, dijo Britos.

Otros especialistas que hablan sobre la Nutrición en Argentina

La Cátedra de Economía de la Escuela de Nutrición de la Universidad de Buenos Aires, le dio 42 puntos en una escala de cero a cien a la nutrición en Argentina.

El puntaje surge de aplicar el Índice de Alimentación Saludable (IAS) que mide las cantidades consumidas de cada grupo de alimentos y las contrasta con sus cantidades recomendadas en una dieta adecuada en su contenido calórico. El IAS también considera las recomendaciones de dieta saludable planteadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS): variedad de hortalizas y frutas; cortes magros de carnes; lácteos no enteros; cereales integrales y aceites con ácidos grasos omega 3 o 9. Y también mide el contenido de grasas saturadas, sodio, azúcares simples y calorías de baja calidad.

En la investigación de la Escuela de Nutrición de la UBA se analizaron las cantidades de alimentos disponibles para el consumo de toda la población a nivel minorista en el 2011. Es decir, no se trata de una encuesta de lo que consumen las personas sino de la disponibilidad de alimentos para consumir.

Los principales motivos de la baja calificación hay que encontrarlos en el bajo consumo de hortalizas, frutas, legumbres, pastas de trigo duro y cereales integrales. Y por otra parte, por el exceso de consumo de cortes grasos de carnes, azúcares y sodio.

Otros tres factores que restan puntaje al índice son el alto consumo de sal, el muy elevado consumo de bebidas azucaradas y azúcar en infusiones y el exceso en las cantidades consumidas, que se traduce en porciones muy grandes.

¿Qué hacer? ¿Cómo mejorar esta baja calidad alimentaria?

Según indicó Sergio Britos: “Comer sano es más caro y en un país como el nuestro, en el que muchas áreas se subsidian, nunca se reparó en la importancia de incentivar mejores patrones alimentarios: los subsidios o los planes alimentarios o la inversión en comedores deberían incorporar objetivos de nutrición saludable, haciendo llegar a quienes más lo necesitan más verduras, frutas o pastas y menos harinas, azúcar o carnes”.

Doctor de la red Nutrición 10, Hambre 0, Sergio Britos