La aprobación en el Congreso de una nueva Ley de Semillas (la vigente viene de 1972) quedará para después de las elecciones de octubre, según dijo ayer el ministro Norberto Yauhar. El gobierno había prometido a la industria semillera que saldaría ese debate el año pasado, pero las propias internas dentro del kirchnerismo paralizaron esa discusión.
La industria semillera, con apoyo de una buena porción de los productores, reclama desde hace años una actualización del texto, a fin de asegurar que los creadores de nuevas variedades cobren las regalías que corresponden. El ex ministro Julián Domínguez, hoy al frente de la cámara baja, elaboró un proyecto que contaba con bastante consenso y estuvo a punto de ser tratado en 2012. Pero la oposición del subsecretario de Agricultura Familiar y dirigente del Movimiento Evita, Emilio Pérsico, paralizó esa discusión.
Yauhar, ahora, prometió saldar las cosas después de octubre, añadiendo al proyecto la creación de un banco de semillas a cargo del INTA, que pondrá a disposición de los pequeños agricultores “las últimas tecnologías disponibles”.