La combinación de una reducida oferta de trigo en el mercado y altos precios internos para poder abastecerse de mercadería están obligando a algunos pequeños molinos harineros a no poder producir todos los días.

"Hoy es muy difícil conseguir trigo, está complicado. Se va viendo [la molienda] día tras día; hay días que directamente no trabajamos", contó, pidiendo reserva de identidad y del nombre de su empresa, un industrial molinero chico de la provincia de Buenos Aires.

"El trigo está subiendo todos los días y no se consigue. Abastecerse cuesta mucha plata", agregó el empresario.

La última cosecha de trigo se ubicó en 9 millones de toneladas. De ese volumen, 6 millones de toneladas quedaron por decisión del Gobierno para el mercado interno y otros 3 millones de toneladas se autorizaron a exportar. Teóricamente, los números deberían cerrar sin problemas. Entre ya molido y por moler, el trigo que pasó a la industria ronda los 3,2 millones de toneladas. Es decir, todavía está lejos de alcanzar los 6 millones de toneladas. Sin embargo, el trigo no aparece y está por las nubes: el cereal disponible, que costaba 320 dólares la tonelada, ahora está en 408 dólares.

En este contexto, el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, les pidió en los últimos días a los exportadores que vuelquen en el mercado interno 500.000 toneladas del cereal para ayudar a los molinos.

Quienes enfrentan la situación más complicada son los molinos chicos más alejados de donde hoy está el trigo, en el sudeste bonaerense. Allí, en esa región y en el sudoeste provincial, se realiza casi el 50% de la producción. Para un molino que está en Córdoba, traer desde allí la mercadería implica un alto costo del flete, que puede representar el 20% del precio del cereal. "Los mayores problemas de abastecimiento son para los que se encuentran lejos de la zona donde está la mercadería", reconocieron en otro molino.

"Acá, en el sur de Córdoba, hay molinos chicos a los que se les termina el stock y no pueden salir a comprar. Y esto sucede porque lo que consiguen está con problemas de calidad y les piden un monto por el cual, según dicen, no pueden hacer la harina a esos valores", señaló Néstor Roulet, productor del sudeste cordobés.

Al margen de los problemas que algunos molinos chicos están mostrando, en la industria molinera sostienen que "el trigo está".

"Técnicamente el trigo está, pero no hay una situación de oferta relajada porque el productor está complicado con la cosecha de soja, ya que tuvo retrasos. Hay una restricción en la oferta, pero es una situación de coyuntura", señalan.

En los últimos meses también se produjo una suba del valor de la harina. La bolsa de 50 kilos, que costaba a principios de año 120 pesos, ahora ronda en muchos lugares los 200 pesos.

También hay versiones sobre escasez de harina, pero Rubén Salvio, presidente de la Federación Argentina de la Industria del Pan, lo niega: "Por el momento, no tengo noticias de que haya problemas. En ninguna provincia me comunicaron que esté faltando".

DE REOJO

Según trascendió, la situación es monitoreada por Moreno, que no tendría en mente intervenir más allá del pedido que hizo a los exportadores. Es que en el sector había versiones de que cerraría la exportación de harina, algo que habría sido descartado por el momento por el funcionario.

"Está mirando de reojo", graficó un industrial sobre la actitud de Moreno.