Las necesidades del sector energético ponen cada vez más presión sobre los ingresos que aporta el agro a las arcas del Estado: las importaciones de energía (estimadas en u$s 13.282 millones) insumirán este año el 45% de los dólares de la cosecha (asumiendo un nivel de liquidación de u$s 28.833 millones). Hace diez años, el ratio era de apenas el 6%, mientras que el año pasado ya había ascendido hasta el 40%.
Así surge de un informe elaborado por IARAF, que apunta que entre 2003 y 2006 la energía aportó divisas equivalentes al 50% de los dólares del agro. Sin embargo, desde 2011 la tendencia se revirtió.
Así, el saldo energético (exportaciones menos importaciones) sería negativo en casi u$s 9.200 millones este año, con lo que la relación entre la balanza del sector y la liquidación del agro sería de -32%, incluso en un contexto en el que la cosecha aportaría u$s 4000 millones más que en 2012. Esto significa que el déficit comercial energético podría insumir este año casi la tercera parte de los dólares que se generen por la liquidación de la cosecha de los cereales y oleaginosas, advirtió el informe.
Una mayor demanda y menor producción explican el fenómeno.Argentina produce desde 1998 menos petroleo que el año anterior y desde 2004 cada vez menos gas natural. Por otro lado, la demanda de energía crece todos lo años a un ritmo medio en la década cercano al 4,5% anual acumulativo. Esto significa que cada 14 años duplicamos nuestro requerimiento de energía, explicó Jorge Lapeña ex-secretario de energía de la Nación.
De acuerdo a los datos de IARAF, el sector energético pasó de ser un aportante neto de dólares a la economía a un demandante neto. El mayor aporte de divisas lo hizo en 2006 con u$s 6081 millones mientras que la mayor demanda la haría este año con u$s 9.200 millones.
Tardarmos ocho décadas para encontrar las cuencas y dos para vaciarlas. Ahora nos despertamos con una situación energética deficitaria, que nos demanda tantos dólares que no tenemos suficiente para crecer. Los dólares que perdíamos para pagar la deuda ahora lo destinamos a energía, sostuvo Ramiro Castiñeira, economista jefe de Econométrica, quien estima que el déficit energético probablemente se duplique este año, de u$s 3.500 hasta los u$s 7.000 millones.
En tanto, durante la última década el sector energético multiplicó 20 veces la demanda de dólares. Luego de insumir u$s 550 millones en 2003 pasó a requerir un total de u$s 9.266 millones en 2012. En sintonía, para este año se estima que las importaciones de energía alcancen los u$s 13.300 millones.
En este contexto, el impacto del déficit energético sobre las reservas del Banco Central preocupa al Gobierno. Más aún porque el factor clave generador de dólares comerciales es la exportación de cereales y oleaginosas, pero no es suficiente para combatir todos los frentes. Un informe de la consultora de Carlos Melconián sotiene que ante la imposibilidad de hacerse de divisas, el Gobierno tendrá que decidir entre cajonear la liberación de importaciones a expensas del nivel de actividad, asumir una mayor pérdida de reservas o cerrar algún grifo del mercado cambiario. El candidato es el turismo.