El gobierno nacional lanzó la convocatoria al concurso público para repartir entre los frigoríficos la Cuota Hilton, el cupo de carnes premium que ingresa a Europa con arancel diferencial.
La primera noticia es que el proceso se encamina a completarse en tiempo y forma, contra los retrasos que tuvo la repartición en los últimos años. El período de exportaciones va de julio a junio del año siguiente.
Por ley, quienes quieran competir por la repartición de 30.000 toneladas que implica el cupo de este año deben participar del concurso y tendrán tiempo hasta el viernes para inscribirse. Además, deberán presentar su propuesta a la Unidad de Coordinación y Evaluación de Subsidios al Consumo Interno (Ucesci) antes del 6 de junio. Esta oficina, que reemplazó a la controvertida Oncca que supo conducir el ahora titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, recibirá el pedido de los participantes en función de lo que cada uno considera que puede exportar. Después, definirá el cupo que le otorgue a cada jugador según su propio criterio.
Entre los parámetros para la decisión, la Ucesci evalúa el aporte de carne que hacen los frigoríficos al mercado interno a precios sugeridos. La oficina, creada en 2011, está presidida por el ministro de Economía y sus vicepresidentes son los ministros de Agricultura e de Industria, y está integrada por los secretarios de Comercio Interior y de Hacienda. Sin embargo, en los hechos, es Guillermo Moreno quien se encarga de monitorear a los frigoríficos, con quienes se reúne asiduamente, y decide la distribución de la cuota.
Si bien el negocio Hilton no es hoy lo jugoso que supo ser, fuentes de la industria indicaron que se presentarán al concurso. Las ventas totales están valuadas en u$s 440 millones a los actuales precios de la tonelada Hilton (unos u$s 14.800). Pero con los precios externos planchados, la suba de costos internos, retenciones del 15% y el retraso cambiario, los exportadores llegan a preferir el mercado interno a la exportación.
Hasta marzo, se exportó solamente el 51,8% de la Cuota Hilton, según indicó el especialista Néstor Roulet. Es decir que en tres meses tendría que embarcarse más del 48% algo imposible, remarcó.
En paralelo, a partir de nuevos requisitos como el abastecimiento del mercado interno y los golpes que sufrió el negocio internacional, la nómina de exportadores se fue reduciendo, concentrando el negocio en menos manos.
Mientras que unas 65 plantas obtuvieron cuota en la distribución 2008/09, fueron sólo una treintena los frigoríficos que se listaron entre los exportadores el año pasado. Si bien es cierto que se dejó de adjudicar el cupo por planta y pasó a hacerse por grupo empresario (que en algunos casos tienen más de un establecimiento) es innegable que el negocio se concentró. Inclusive, varios de los grupos dejaron de operar en alguna o algunas de sus plantas, como en los casos de JBS, Quickfood y Mattievich, y otras firmas directamente desaparecieron.
Este año se esperan más terneros en el mercado que presionarán a la baja los precios internos. Por eso, desde productores hasta frigoríficos, pasando por los feedlots, ansían un cambio en las retenciones o un tipo de cambio que mejore el negocio de exportación.