Argentina, el mayor exportador mundial de biodiesel, negocia con Estados Unidos la aprobación ambiental para vender en ese país su biocombustible y compensar la caída de sus exportaciones al mercado europeo por una investigación comercial, según dijo el presidente de la cámara que nuclea al sector.
La Argentina destinaba la mayor parte de sus exportaciones al mercado europeo, pero desde el año pasado enfrenta invetigaciones por supuesto dumping, a lo que se sumaron los beneficios que los países comunitarios le otorgan a su propia producción.
Esta situación dejó a las empresas del sector en crisis, especialmente por las restricciones de las compras de España, el principal destino de sus ventas.
Para obtener los créditos ambientales (RIN) requeridos en Estados Unidos para mezclar el biodiésel con el combustible fósil, Argentina necesita la aprobación de la Agencia de Protección Ambiental (EPA), trámite que comenzó en 2012 y podría concluir este año. Vamos bien encaminados y nos sentimos muy confiados. En pocos meses deberíamos conseguirla, señaló a Reuters Luis Zubizarreta, titular de la Cámara Argentina de Biocombustibles.