La Argentina negocia desde hace tiempo la flexibilización de barreras comerciales de Rusia para que el país más grande del mundo acepte las carnes enfriadas locales. Hasta ahora, ese mercado era de volumen y bajo precio, por recibir solamente cortes congelados.
La clave está en el plazo desde la faena hasta la entrega en el punto de venta en Rusia. El importador solamente permitía carnes enfriadas por 45 días, lo que no da margen a las exportaciones locales que viajan en barco a ese destino. Pero según dijo a El Cronista el subsecretario de Ganadería de la Nación, Alejandro Lotti, pese a que no hay aún una autorización oficial, en los hechos la Federación Rusa permitió el ingreso de carnes enfriadas por 90 días.
Según el funcionario, las negociaciones avanzan y la Argentina, inclusive, busca ahora que ese plazo se estire por otros tres meses, hasta los 120 días, que es, por caso, el lapso autorizado por la Unión Europea.
Europa es el principal destino de los cortes de alta calidad que envía la Argentina al exterior.
El viernes pasado, el dato se dio a conocer por parte del secretario de Comercio, Guillermo Moreno, en la clásica reunión de los viernes con los empresarios frigoríficos. Los hombres de negocios reconocen que es un paso importante, aunque deberán esperar para sentir sus beneficios.
El precio al que se espera comercializar estos cortes equivale al valor Hilton, que hoy oscila entre los u$s 15.500 y u$s 17.000 por tonelada. A diferencia de la famosa cuota, de 30.000 toneladas anuales, la autorización de Rusia es por un volumen ilimitado, es decir, el que considere el mercado.
El problema se enclava ahora en la oferta: las industrias locales no podrán siquiera cumplir con la cuota Hilton este año porque la crisis internacional bajó los precios mientras en el mercado local los costos suben. En paralelo, empresarios del sector denuncian un retraso cambiario que no ayuda, a lo que se suma 15% de retenciones a las exportaciones para secar un negocio que supo ser jugoso.
Según el especialista Néstor Roulet, sobre la base de datos del Senasa, en los primeros ocho meses del ciclo de la Cuota Hilton que va de julio de un año hasta junio del año siguiente sólo se embarcó el 47% de la cuota adjudicada. Esto implica que en los 4 meses restantes debería embarcarse el otro 53%, hecho totalmente improbable, primero por la cantidad de novillos gordos trazados que se necesitarían que hoy por hoy no hay en el país y segundo la capacidad de faena de los 29 frigoríficos a los que adjudicaron cuota este año.
Si bien los envíos a Rusia representan un negocio potencial para los frigoríficos de unos u$s 300 millones anuales (unas 20.000 toneladas), hasta el momento, empresarios consultados por este diario que prefirieron mantener el anonimato lo ven lejano.
Hay que bregar por las aperturas de mercado, consideró una alta fuente de un frigorífico exportador que, por otro lado, dijo no tener hoy capacidad para abastecer ese mercado.
Los cortes de calidad que empezará a poder exportar la Argentina a Rusia ampliarán, en principio, los cortes incluidos en la Cuota Hilton.
En el transcurso de 2012, las exportaciones de cortes vacunos totalizaron 117.794 toneladas peso producto (tn p.p.) y se constituyeron en las menores de los últimos once años y en las segundas más bajas de los últimos cincuenta años, según la cámara de la Industria Ciccra.
En lo que respecta a los destinos, Rusia tuvo una participación del 17% en el volumen enviado, mientras que significó sólo el 9% del monto de divisas ingresado por ventas.