El Ministerio de Asuntos Agrarios de la provincia de Buenos Aires, a través de su Dirección de Economía Rural, informó que en lo que va del 2013, la tendencia de las precipitaciones se ha modificado y se han registrado en forma aislada y débil, salvo contados casos.

Se observan algunas deficiencias de agua aunque, por el momento, son parciales y afectan a los recientemente implantados, cuyo sistema radicular es más superficial y no han podido explorar los horizontes más profundos del suelo, en donde aún hay reservas.
 
El informe indica que durante las primeras semanas de 2013 predominaron días soleados, con temperaturas normales para la época, lo que configura un escenario de elevada demanda de agua de la atmósfera (evapotranspiración), que en muchas zonas y para muchos cultivos, ya no puede ser satisfecha plenamente.

Se pueden diferenciar dos situaciones: aquellos cultivos que ya tienen un buen avance en su ciclo, que han profundizado sus raíces, cuentan todavía con una humedad adecuada y progresan bien, mientras que los de segunda o tardíos sienten en mayor medida la disminución de las lluvias.
 
En cuanto a los cultivos de verano, es decir los granos gruesos, a esta altura de la campaña, se puede hablar de un buen avance de los mismos, en especial para los de siembra temprana o tradicional.

En la zona norte y central de la región pampeana, los maíces tempranos tienen asegurado un rinde bueno, ya que transitaron su período crítico, de floración y llenado de grano, con una adecuada provisión de agua y ahora solo les resta el secado para la cosecha. Los maíces tardíos y de segunda, por el momento están bien, pero necesitan de aportes de agua, ya que las primeras capas del suelo, están deficitarias en agua.
 
La soja de primera recién se encuentra en los comienzos de la etapa reproductiva, entre floración y formación de vainas, por lo que sigue dependiendo de futuras precipitaciones, definir rendimientos esperados.

La soja de segunda, en estado vegetativo, es mucho más dependiente de las condiciones futuras. Otros cultivos de grano grueso, están progresando bien, como es el caso del arroz y el sorgo, en girasol hay mayor diversidad, pero también la evolución es favorable.
 
En tanto, los cultivos de invierno, es decir los granos finos, han arrojado resultados regulares, en la mayor parte de la región pampeana, salvo en la zona sur y sudeste, en donde se alcanzaron rindes normales. Luego de un arranque bueno, los excesos de agua fueron los que marcaron a esta campaña,  por enfermedades, problemas de malezas y de lavado de nutrientes.
 
En cuanto a la oferta de forraje, se mantiene muy buena disponibilidad forrajera, que se fue recuperando en la primavera y se sostiene en lo que va del verano. Las alfalfas han tenido un excelente rendimiento, pudiéndose realizar varios cortes y así ya lograr tener una buena cantidad de reservas de rollos. Se han implantado bien los verdeos de verano y ha comenzado el picado de maíces y sorgos, para la confección de silos.
 
Sobre la soja, se determinó que al presente informe el avance nacional de siembra alcanzó el 96,1 % de las 19.700.000 hectáreas proyectadas para la campaña en curso. En números absolutos se llevan implantadas más de 18,9 millones de hectáreas. Del área aún pendiente de siembra, el grueso se concentra en las regiones NOA y NEA, como así también en el Centro Norte de Santa Fe y el Centro-Norte de Córdoba, por la falta de humedad.
 
Durante los últimos días se registraron lluvias heterogéneas de escasa y moderada intensidad en el sur y norte de Buenos Aires, como así también en la provincia de Entre Ríos.
 
En el Norte de La Pampa y Centro-Oeste de Buenos Aires, las condiciones que presentan los cultivos en cuaje y llenado de grano tienen perspectivas de rendimiento elevadas. Sobre esto, se estima que superarían los rendimientos históricos zonales, siempre y cuando no ocurran eventos que puedan desmejorar las condiciones que hoy existen.
 
Caso contrario ocurre en el Centro-Norte de Córdoba, en donde las condiciones del cereal van de buenas a regulares, debido a las escasas precipitaciones que fueron recibiendo durante el transcurso del ciclo del cultivo.