Por Carlos Alberto GHIDA DAZA y Olga Beatriz URQUIZA - INTA

El informe considerar la situación económica esperada en la campaña 2013/14 de los principales cultivos estivales, evaluando los resultados de soja, maíz, sorgo granífero y girasol en el área húmeda del sudeste de Córdoba.

Las perspectivas de la campaña 2013/14 para los cultivos de verano se plantean con cierta incertidumbre respecto al ciclo pasado. Esto ocurre porque en la actualidad, no está definida la situación de las variables fundamentales de los mercados de granos en el hemisferio norte. Por ello es de interés considerar la situación económica esperada en la campaña 2013/14 de los principales cultivos estivales, para lo cual en este informe se evalúan los resultados de soja, maíz, sorgo granífero y girasol en el área húmeda del sudeste de Córdoba.

El promedio general de todos los márgenes de cultivos de verano muestra una baja del 11,8 % en el resultado esperado 2013/14 respecto a la media del ciclo 2012/13. Esta variación es heterogénea según cultivo, siendo mejor en soja de primera con una variación postiva leve del 3,3 % mientras que el resto tienen valores negativos: soja de segunda siembra -8,3 %, maíz -11,2 %, sorgo granífero -23 % y girasol -31 %. El margen proyectado de maíz se muestra mas competitivo, con una leve diferencia de 2,5 % por sobre soja de primera. El costo del productor que alquila tierra en el caso de hacer soja bajó el 9,9 % en la proyección (pasando de 30,3 q /ha en 2012/13 a 27,3 q/ha en 2013/14). El caso inverso ocurre en maíz donde se pasó de 72,9 q /ha en el ciclo pasado a 73,9 q /ha en la proyección 2013/14 aumentando levemente un 1,4 %. El riesgo de la situación surge si se evalúa que para un alquiler, pagando 18 q /ha de soja, el costo total representa para maíz sólo un 13,7 % menos que el rendimiento medio zonal mientras que en soja es apenas un 15,7 % menos que la productividad media.

En síntesis, la competitividad de los cultivos de verano muestra, en la actualidad, una leve ventaja financiera para soja de primera, aunque si se tienen en cuenta consideraciones ambientales y agronómicas las opciónes de maíz y el doble cultivo trigo–soja de segunda deberían considerarse también eficientes.