Nadie entiende bien cuál es el problema. Es triste decirlo, pero es la verdad”, sostuvo y planteó los desafíos que se vienen. Con récord de asistencia que alcanzaron las 3 mil 400 personas, continúa hasta el viernes inclusive el XX Congreso de Aapresid “20 Veces Sí”. Talleres, conferencias magistrales transmitidas también por internet y plenarias de los temas vinculados con la siembra directa, se desarrollan en el salón Metropolitano de Rosario. Un nuevo encuentro de los productores de siembra directa comenzó con éxito asegurado.

Durante la jornada de la tarde del jueves se desarrolló -en la sala Auditorio Intacta RR2 PRO- la ponencia del especialista chileno Carlos Crovetto, un pionero de la Siembra Directa.

“Voy a cumplir 80 años y quiero ver los cambios en mi país. Debemos recuperar el suelo es costosísimo pero hay que trazar ese desafío. La Labranza Cero ha evolucionado y nos permitirá seguir en ese camino. Lo que a mí me anima es que se repitan esas acciones más humanas”, se sinceró.

Al ingeniero le preocupa la salud del planeta. El especialista mostró imágenes de China, preocupantes, que demuestran un daño en el medio ambiente.

Crovetto, quien es considerado el padre de la siembra directa en América Latina y el mundo, insistió en recapacitar en materia de cuidados del medioambiente. “Ahora –se preguntó- cómo vamos a poder recuperar estos suelos en el mundo entero? Va a ser un profundo dolor de cabeza para los próximos años”, se sinceró.

Para el especialista la situación es crítica, porque “las autoridades aún no entienden el problema. Nadie entiende bien cuál es el problema. Es triste decirlo, pero es la verdad”, manifestó.

“No se pueden tolerar este tipo de situaciones y hay que denunciarlas”, destacó el especialista chileno. Contó sus contactos con funcionarios norteamericanos. Con gobiernos, universidades, que “no nos hacen caso”.

También recordó que en argentina hace 20 años no era bienvenido.

Sin titubear fue categórico en trazar una retrospectiva en cuanto al cuidado medioambiental. “No hemos progresado en nada”, subrayó. “Estamos rompiendo un suelo que tiene muy baja capacidad de contener agua. Es un desastre y para recuperar esa materia orgánica en el trópico costará 10 veces más en el trópico”.

Crovetto mostró imágenes impactantes de campos de Sudamérica. “Las marcas de la inconsciencia –dijo- y se preguntó: A dónde vamos a llegar? Es que no veo posibilidades de toma de conciencia en lo inmediato como debería ser”.

No solo fue categórico en la perspectiva, sino que también dijo: ¿Podemos hacerle tantas cosas a la naturaleza sin tener consciencia de lo que le estamos haciendo? Hemos aprendido que las cosas grandes no se pueden machacar de un día para otro”. Por este motivo insistió que -sobre todo- este mensaje era dirigido a la juventud.

Insistió en tomar responsabilidades con las actitudes. Por eso ejemplifico y analizó con dos casos diferentes. Uno con labranza tradicional y otro con cero labranza. Por supuesto que en la primera, la liberación de carbono a la atmósfera se incrementa. Esa balanza se modifica. Según el especialista chileno, sin duda, se modifica inversamente con la siembra directa.

“Sin humus y ni calcio los suelos pierden sus propiedades agronómicas fundamentales. El suelo quiere que lo dejen tranquilo”, destacó el conocido doctor de los suelos.

“Si nosotros labramos el suelo, los componentes básicos del humus -y sus 4 ácidos fundamentales- se van a desperdiciar. Necesitamos agricultura permanente que nos permitan recuperar los errores del pasado. Por eso –sentenció- no hay que ceder”, destacó para finalizar.