Mercedes Colombres
LA NACION

Apenas un mes después de hacer una conferencia de prensa para desmentir su ruptura, la Comisión de Enlace vuelve a estar dividida. El motivo, una vez más, es la cercanía del presidente de la Federación Agraria (FAA), Eduardo Buzzi, con el ministro de Agricultura, Julián Domínguez, proximidad que es mal vista en las otras entidades.

"El miércoles [por mañana] tenemos la reunión con Domínguez y, honestamente, no sabemos de qué lado de la mesa se va a sentar Buzzi", dijo ayer el presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Mario Llambías. Esta frase desnuda la desconfianza que tienen Llambías y sus colegas de Buzzi por su buena relación con Domínguez. "Buzzi habla como si el culpable de todo lo que pasa con el trigo fuera Guillermo Moreno, cuando Julián Domínguez es tan responsable como él de la política actual", acotó Llambías.

El disparador de las nuevas discordias fue el tractorazo que llevó a cabo ayer la FAA frente a una planta de Cargill en la localidad santafecina de Rufino. La medida fue anunciada 24 horas después de una reunión de la Comisión de Enlace en la que, según Llambías y el presidente de la Rural, Hugo Biolcati, se propuso hacer una protesta conjunta por el trigo. "Los de Federación Agraria insistieron en no hacer protestas hasta que veamos al ministro y al día siguiente anunciaron su tractorazo. Fue muy raro", coincidieron Llambías y Biolcati.

"No entiendo por qué los de la FAA no quisieron saber nada con protestar contra el Gobierno y después lanzaron su tractorazo sin avisarnos. No está mal el tractorazo en sí, pero si estuvimos juntos toda la tarde anterior, podrían habernos contado. Ellos decían que era irrespestuoso hacer una protesta antes de la reunión", dijo Llambías. "A veces me da la impresión de que los de la FAA quieren jugarla de duros, pero después van y arreglan con Domínguez por atrás", disparó Llambías.

Buzzi desmintió a sus colegas desde Rufino. "Cuando hablamos de hacer una protesta, nadie en CRA tenía gente para hacer una movilización en serio. Ahí decidimos no hacer nada y esperar a que pase la reunión. Cuando estaba volviendo a Rosario me avisaron del tractorazo y me pareció bueno participar, pero fue algo organizado después de la reunión", dijo Buzzi a La Nacion.

"Yo invité a Llambías y a Biolcati a venir a Rufino y poner de nuevo el campo en la agenda. En vez de quedarse rumiando con celos a nosotros, deberían haber venido. Pero tal vez lo que pasa es que mis colegas no quieren enfrentar a las exportadoras como Cargill. Acá hay que elegir entre las exportadoras y los chacareros, y yo me quedé al lado de los chacareros", acotó Buzzi.

Finalmente, el presidente de la FAA negó estar acercándose al Gobierno. "No estamos con Domínguez. Ellos son los que le están haciendo el juego al ministro haciendo toda esta división ridícula", dijo.

Reconciliación
En la protesta, de la que participaron unos 100 productores con sus tractores y varias decenas de autos, Buzzi le pidió al Gobierno reconciliarse con el sector. "La Presidenta debería observar lo que pasa: son tiempos de tomar medidas de reconciliación", dijo el presidente de la FAA, que también acusó a Moreno de "beneficiar a las multinacionales".

Finalmente, Llambías, Biolcati y Buzzi coincidieron en que es muy posible que luego de la reunión del miércoles, si el Gobierno no ofrece soluciones contundentes para el trigo, se anuncie una protesta. "Las bases están enojadas, así que tal vez ese día se anuncie algo", señaló Biolcati. "Si el Gobierno no garantiza los 890 pesos por tonelada, seguro va a haber protesta o cese de comercialización", dijo Buzzi.

Con la colaboración de José E. Bordón