Sin ninguna expectativa de lograr soluciones, los dirigentes del agro irán mañana a una nueva reunión con el Gobierno luego del paro de siete días que concluyó el viernes. Uno de los ruralistas confesó ayer a Clarín que se trata más bien de una cuestión "casi protocolar", con la que la Mesa de Enlace intentará mantener vivos sus reclamos y al mismo tiempo "evitar las provocaciones" del kirchnerismo. "Cuando salgamos de la reunión va a quedar muy claro, una vez más, que son ellos los que no quieren resolver los problemas", evaluó la fuente.

La mejor prueba de que los ruralistas le asignan solo una importancia mediática a la reunión convocada por la ministra de la Producción, Débora Giorgi, fue el duro discurso con que anoche el titular de la Sociedad Rural, Hugo Luis Biolcati, abrió una muestra equina en el predio de Palermo.

"Es hora de sacarnos la careta: el dinero no lo quieren para redistribuirlo sino para financiar su proyecto político basado en acumulación de poder y recursos sin límites", disparó el dirigente, marcando la distancia que todavía existe con el matrimonio Kirchner.

Biolcati también dejó en claro que la Mesa de Enlace sigue pensando que será el Congreso el que finalmente ponga fin a la larga pelea por las retenciones agrícolas. En ese sentido, pidió que "se permita a los diputados oficialistas salir del refugio de sus despachos y dar el debate como se debe". El bloque rural, tal como convino el viernes, pedirá a los opositores que convocaron a una sesión especial para este miércoles que posterguen ese debate quince días. Esperan, en ese lapso, quebrar el frente kirchnerista para que algunos de sus integrante acepten dar quórum. Hasta ahora, quienes impulsan el debate suman 115. Pero se necesita un mínimo de 129 legisladores.

Si el campo conservara alguna ilusión sobre la reanudación de las conversaciones con el Ejecutivo -interrumpidas cuando la presidenta Cristina Kirchner anunció la sorpresiva coparticipación de una parte de las retenciones a la soja-, Biolcati no hubiera sido tan crítico. Pero lo fue: "Terminemos con esa infamia de que el campo no quiere contribuir. Terminemos con la excusa de la distribución del ingreso, que sólo esconde una ambición política desmedida", enfatizó.

Ruralistas y funcionarios eludirán mañana la disputa por las retenciones. La agenda con Giorgi se limitará a verificar el cumplimiento de los puntos acordados en el acta firmada un mes atrás. A pesar de que el Gobierno dictó una serie de reglamentaciones para poner en marcha esas medidas, hay cosas sin resolver, como la promesa de garantizar "el precio pleno" a los productores de trigo.