El gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli, y un grupo de intendentes bonaerenses fueron ayer los primeros en poner la firma y sacarse la foto con la presidenta, Cristina Fernández. En la Quinta de Olivos, Scioli y los jefes comunales adhirieron formalmente al Fondo Federal Solidario conformado por el Gobierno con el 30% de las retenciones a la soja, a la vez que criticaron la protesta rural y los cortes de ruta, calificados de “salvajes” por la Presidenta.
El paro del campo culminará esta medianoche y no se extenderá a la espera que la Cámara de Diputados concrete una sesión especial el martes 31 para tratar las retenciones.
Cristina aprovechó dos actos para pegarle al sector agropecuario. “Nunca pararon cuando descontaban salarios, cuando estaba la dictadura o cuando se instauró el corralito”, dijo. “Ahora paran, quizás, porque es un gobierno nacional y popular”, agregó. El paro de comercialización por una semana dispuesto el viernes pasado por la Mesa de Enlace, que finaliza a última hora de hoy, es “el séptimo en un año y tres meses que se le hace a un gobierno”, dijo.
“Me parece que está mal informada. La FAA tuvo exiliados, perseguidos, gente que la pasó mal. No me acuerdo dónde estaba Cristina Fernández en el ‘81 o el ‘82, cuando pedíamos por el regreso de la democracia”, respondió el presidente de la Federación Agraria (FAA) Eduardo Buzzi, antes de subir al estrado en Armstrong, donde habló ante unos 4.000 manifestantes que participaron del acto multisectorial al que había convocado días atrás.
En la quinta de Olivos, rodeada de su gabinete e intendentes bonaerenses, Fernández de Kirchner criticó las “manifestaciones que dicen que algunos gobernadores aceptan el dinero del Fondo Federal porque lo necesitan”. Y planteó que la pelea entre Gobierno y campo es la discusión de dos modelos de país: uno “de matriz diversificada, basada en el valor agregado” y otro “que tiene que ver con una Argentina agroexportadora, porque con gente sin trabajo se come menos carne, menos leche y pan y queda un modelo agroexportador con grandes excedentes”.
Desde el sur santafesino, rodeado por seis intendentes de comunas que no adherirán al Fondo Solidario, integrantes de la Corriente Clasista y Combativa (CCC), del Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupados (MIJD) de Raúl Castells, algunos representantes de CRA y Coninagro y obreros metalúrgicos, Buzzi condenó “la inseguridad, que está creciendo por la exclusión” y la desocupación. Reclamó que el Congreso disponga una reducción de retenciones para pequeños y medianos productores y que paguen el impuesto íntegro “los dos mil tipos que manejan el 60% de la soja del país”. No lo escuchaba allí ningún integrante de la Sociedad Rural (SRA), la integrante de la Mesa de Enlace que representa a los productores más grandes.
Adhesiones
En tanto, Scioli y los intendentes bonaerenses defendieron en público la coparticipación de las retenciones a la soja. “Algunos sectores que critican esta medida habían presentado antes proyectos de coparticipación de los derechos de exportación”, señaló el mandatario provincial. Luego, los intendentes de Almirante Brown, Olavarría, Vicente López, General Pueyrredón, Lobos y Chacabuco defendieron, a través de la agencia oficial Télam, la llegada de dinero a los municipios para concretar obras públicas.
También defendieron la coparticipación de las retenciones el gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, y el Senado mendocino, que convirtió en ley la adhesión de esa provincia al Fondo Solidario.