Cuando hace cuatro días comenzó un nuevo paro del campo, los comerciantes de Tres Arroyos sabían que la situación iba a empeorar. Es que desde marzo de 2008 que los negocios de la localidad de Buenos Aires viven una situación difícil. Y ahora se está volviendo crítica.

La crisis internacional, la sequía que golpeó al sector agropecuario y el conflicto con el Gobierno hicieron que Tres Arroyos, una ciudad con más de 45 mil habitantes, deje de brillar como en otras épocas. Los productores se mantienen al costado del cruce de las rutas 3 y 85 y no inyectan dinero en la ciudad como antes.

Toman medidas. Alfredo Valerio tiene una pinturería y una mueblería en la localidad. En diálogo con Perfil.com, informó que las ventas de su negocio cayeron un 40%. Por eso está tomando una serie de medidas: "Tenemos que achicarnos sí o sí. Estoy pensando en suspensión o despidos de personal".

En cuanto al conflicto, expresó que "estoy a favor del campo, pero no de la metodología" y recalcó que "mientras no haya soluciones, se va a parar la rueda. Si ellos (los productores) no invierten estamos complicados. Todo está parado"

Alberto Pardo es socio de la firma "Castelli y Pardo" que se especializa en negocios inmobiliarios hace 46 años, siendo una de las firmas más antiguas en Tres Arroyos. Debido al conflicto, asegura que "estamos perdiendo todos. Desde el productor hasta nosotros. Esperamos ansiosos que termine el conflicto", comentó el comerciante.

"La oficinas están abiertas, pero las operaciones quietas. Mucha gente entrega los campos y los dueños tienen problemas para arrendarlos" explicó a este portal. "Estamos haciendo la plancha con un salvavidas de plomo".

Todo para abajo.
"Estamos en el medio de la lucha de dos titanes. Se nota el descenso económico. Vemos menos gente que el año pasado" explicó a Perfil.com el dueño de un negocio de repuestos automotores.

Por su parte, un comerciante que vende artículos para el hogar admitió que cayeron las ventas, pero sobre todo producto de la sequía. Sin embargo, aseguró que en su rubro "no es una situación crítica por no depender tanto del campo. Pero igual, al caer el principal sector, cae todo".

Daniel tiene una veterinaria y el conflicto empeoró su situación. "La gente compra lo justo y necesario, no es como el año pasado". Explicó que muchos productores vendieron sus animales porque "no cerraban los números" lo que trajo una drástica caída en su trabajo.

En cuanto al conflicto, reiteró que está "a favor del productor", aunque admitió que "hay gente que antes apoyaba y ahora no. Están fastidiados".

(*) Redactor de Perfil.com