Dicen que Horacio Verbitsky no se encuentra satisfecho con la cobertura de Rosa Bertino en el diario La Voz del Interior acerca de sus dichos en Córdoba. Si esto fuese cierto, en horas más podrá leerse en el diario Página/12 cuál es su versión, pero mientras tanto aqui se reproduce la de la periodista Bertino:
"El periodista Horacio Verbitsky (65), casado, cinco hijos, se presentó anoche en un conocido centro cultural de la avenida Gauss. La sala se colmó rápidamente. Acompañado por el periodista José Orestes Gaido, el prolífico ensayista y autor del libro Robo para la corona, disertó sobre la historia política de la Iglesia en Argentina, tema al cual ya le ha dedicado los libros Cristo vence y El silencio.
A la fecha, Verbitsky es tan conocido por su pluma como por su denuncia de las vejaciones ocurridas durante la última dictadura militar. Más recientemente, por su condición de intelectual afín al Gobierno nacional. Junto a un centenar de referentes de las artes y el pensamiento, integra el espacio denominado Carta Abierta, que lleva producidos cuatro documentos sobre la actualidad política y es un apoyo crítico al presidente del Partido Justicialista, Néstor Kirchner.
Tras la charla, Verbitsky mantuvo una prolongada discusión con el público que se quedó justamente para debatir hechos referenciales del pasado y el presente nacionales. Los conceptos más importantes son extraídos en esta nota.
Culpas evangélicas: “En 1995 (el marino y represor), Adolfo Scilingo me contó que el almirante Luis Mendía, cuando los instruyó en los ‘vuelos de la muerte’, para tirar prisioneros al mar, les dijo que era un táctica aprobada por la jerarquía católica. Me espantó que una institución milenaria y supuestamente dedicada al bien pudiera avalar semejante horror. No he podido encontrar un documento que lo corrobore pero, de hecho, cuando los marinos volvían de esas incursiones (Scilingo admitió que los dejaban destrozados), eran reconfortados por los capellanes. Ese relato y la certeza que, en 1979, la isla del Silencio, casa de descanso y propiedad del Arzobispado, funcionó como “sucursal” de la Escuela Superior de Mecánica de la Armada (Esma) por autorización del nuncio Pío Laghi, me impulsaron a investigar. De entrada produje más de 1.500 páginas y surgió la necesidad de volcarlas en libros”.
Civiles y militares: “No creo que hayamos tensado demasiado la cuerda de los curas y militares, en cuanto a su responsabilidad en la gestación de la dictadura y en los crímenes cometidos. Yo me he encargado permanentemente de señalar la de los civiles. Pero, reconozco que lo hago para un diario o en medios minoritarios (como Página 12), y que dichas instituciones están debilitadas. O muy desacreditadas. En cambio, las sociedades civiles más emblemáticas, tipo Sociedad Rural y otras, están cada vez más fortalecidas”.
Derechos humanos: “No comparto la crítica de que ‘a este gobierno sólo le interesan los muertos del pasado’. Desde el Centro de Estudios Legales y Sociales (Cels) nos ocupamos de casos y denuncias presentes. No tengo injerencia en lo que hagan las Madres o Abuelas de Plaza de Mayo”.
”Destituyente”: “No soy parte de un grupo de intelectuales ‘que acompaña’ al ex presidente Néstor Kirchner. Somos muy críticos en algunas cosas. Al principio, en Carta Abierta éramos 40 ó 50, pero ya tenemos más de dos mil adherentes, presenciales o electrónicos. Tampoco es cierto que haya acuñado el término ‘destituyente’. Aunque es lo que creo y creemos con respecto a la actitud de la patronal agropecuaria frente al gobierno de Cristina Fernández”.
Nueva derecha: “A mí no me sorprendió en absoluto la virulenta respuesta de la clase media en contra del aumento de las retenciones. Pero al Gobierno sí, y no supo cómo manejarlo. Los actos del agro no fueron tan multitudinarios ni espontáneos como hicieron creer los medios. En Palermo no hubo más de 100 mil personas, de las cuales el Partido Comunista Revolucionario (PCR) aportó más de 10 mil, la CGT de (Luis) Barrionuevo una buena tropa, y ni hablar de la gente traída en ómnibus por la Mesa de Enlace. Se ha conformado una nueva derecha, que suma parte de la izquierda y del movimiento obrero, y que tiene esta retórica. La imagen de (Mario) Llambías levantando a la Virgen de Itatí ante un mar de banderas rojas y pidiendo Reforma Agraria es realmente novedosa. Por supuesto, no significa que dure demasiado. Ya lograron lo que querían, que era el triunfo de los grandes productores sojeros”.
Rol de los medios: “La distorsión mediática de cada paso dado por los Kirchner y, como contrapartida rosa, de cada movimiento del agro, no tiene precedentes en la historia reciente. A esto el Gobierno tampoco lo previó. Eduardo Buzzi estuvo meses sin que un periodista le repreguntara por lo menos una vez. Pero se acabó. A Federación Agraria se le van a apagar las luces y cerrar los micrófonos, y los pequeños y medianos productores se quedarán sin voz. Ganó Luciano (Miguens), que es lo único que importaba”.
Julio Cobos: “No me dejo llevar por los rumores, de todo tipo, que explican el voto negativo del vicepresidente. Su trayectoria indica que es un hombre muy conservador, afín a la Iglesia y al grupo Vila-Manzano. De Narváez, un ex liceísta que viaja en aviones de la Armada y jamás falta a un acto militar. Es tan previsible como la clase media argentina”.
Errores y balance: “La equivocación fue creer que se podía enfrentar al poder con gestos repentistas, como la resolución 125. Este error destapó los cometidos en política. No hablo de transversalidad. En Córdoba, por ejemplo, el Gobierno nacional no dejó error sin cometer: con una mano alentaba a Luis Juez y con la otra a Juan Schiaretti, sin olvidar la preeminencia otorgada al empresario Roberto Urquía y la manipulación de la candidatura ‘opositora’ de Roberto Lavagna. No se calculó el costo real que significa que la Presidenta sea mujer. Para ser primer mandatario, es un agravante, y si no pregúntenle a (la chilena) Michelle Bachelet. Pero todo lo sucedido hace que las cosas se decanten por sí mismas, y que se aprenda a que, así, no se construye poder”.