Ayer, tras la última jornada de discusión en el plenario de comisiones, esta vez sin invitados, se pusieron a la firma de los legisladores los dictámenes de los proyectos, tanto de la Casa Rosada, como de la oposición y el justicialismo disidente, fogoneados por los santafesinos Carlos Reutemann y Roxana Latorre.

El kirchnerismo, que cuenta con mayoría en ambas comisiones, confía en poder obtener sin problema dictamen para la iniciativa oficial.

Durante el debate en comisión, el senador Roberto Ríos (FpV-Corrientes) ratificó que el oficialismo dará dictamen al proyecto que salió de Diputados sin introducir cambios, tal como exigió la presidenta Cristina Kirchner. Hay tiempo para firmar los dictámenes hasta el lunes al mediodía.

Podrían obtener dictamen de minoría los proyectos alternativos de Carlos Reutemann y del bloque opositor que, a diferencia de lo que ocurrió en Diputados, en el Senado no logró encolumnarse tras una única alternativa de rechazo al plan del gobierno.

Además de la de Reutemann, hay otra iniciativa que tal vez logre más firmas: la presentada por un amplio espectro de bloques. Encabezados por la UCR, se espera que suscriban ese texto la Coalición Cívica, Fuerza Republicana (Tucumán), el Frente Cívico de Catamarca, el cordobés Carlos Rossi (Partido Nuevo) y el socialista Rubén Giustiniani (Santa Fe).

Desojizar. El primero en exponer en la comisión fue Reutemann. "Cuando se habla del tema de la renta extraordinaria se está tomando la de zonas muy privilegiadas, mientras que en muchos lugares los números no son esos", planteó, y ejemplificó: "No es lo mismo sembrar en Chabás, Marcos Juárez o Inriville que en el norte santafesino".

Además, advirtió que con el proyecto que impulsa el Poder Ejecutivo "no se frena la sojización".

Reutemann y Latorre propusieron derechos fijos para el trigo, el maíz (22 por ciento) y el girasol (30 por ciento), aunque mantienen el esquema móvil para la soja, con alícuotas crecientes a medida que aumenta el precio FOB: para 600 dólares es del 36 por ciento, para 700 dólares del 38,4 y a partir de 800 dólares queda fija en 40 por ciento.

Deroga, en tanto, el artículo 755 del Código Aduanero, que faculta al Poder Ejecutivo a establecer retenciones y dispone de una serie de incentivos para pequeños productores, así como la promoción del uso de fertilizantes.

Además, modifica el tonelaje del proyecto oficial, propone que los pequeños y medianos productores de soja (menos de 1.500 toneladas) puedan computar a cuenta del pago del impuesto a las ganancias el excedente sobre alícuotas del 22, 27 y 30 por ciento, dependiendo del volumen de producción.

El kirchnerismo busca poner fin al debate en comisión con el dictamen de mayoría para al proyecto con el que la Casa Rosada pretende convertir las alícuotas móviles, detonante del extendido conflicto con el campo, en ley.

¿FAS o FOB? Desde el radicalismo, en tanto, el jefe del bloque, Ernesto Sanz, señaló que en el proyecto oficial no queda claro si el valor considerado para el cálculo de la retención es el FAS (precio de mercado) o el FOB (precio del producto cuando se pone en el barco).

"Nosotros entendemos, todos los senadores incluso los del oficialismo, que la media sanción que viene de Diputados está hablando no de valor FAS, sino de valor FOB de reintegro. Esta distinción no es menor porque llevándolo en términos de compromiso fiscal, reintegrar a los productores a valor FAS, implica 800 millones de dólares al fisco y según mis cuentas, reintegrarlo al valor FOB, serían unos 1.300 millones de pesos más", precisó.

Un retoque.También se puso en consideración el proyecto del radical K Pablo Verani (Río Negro), que ratifica la resolución 125 pero exime del pago de derechos de exportación a los productores de soja de menos de dos mil toneladas.

Mientras tanto, en los pasillos del Congreso, seguirán adelante las gestiones tanto de la oposición como de las entidades que nuclean a los ruralistas para conseguir más rechazos a la iniciativa de Balcarce 50. En particular, apuntan a los legisladores que aún no decidieron su voto y que, a medida que se acerca el día del crucial debate, se vuelven clave a la hora de definir el conteo final.