UNA TRANSICIÓN POBRE DE AGUA

Las precipitaciones que se representan en el mapa, corresponden principalmente a lo en el último tramo de diciembre, con mejor oferta sobre CB, el centro de SF y zonas del centro oeste y sudoeste de ER. En esta ocasión los acumulados más generosos se recostaron sobre el centro de SF y la provincia de CB, sobre todo entre el viernes 20 y el lunes 23, en forma alternada, con tormentas y chaparrones dispersos de distribución heterogénea, que se emparejan al mapear un período más extendido. Estas lluvias han tenido una proyección dispar hacia otros sectores de la región pampeana, quedando zonas de LP, oeste y noreste bonaerense, el sur del NEA y el centro de la Mesopotamia, con totales modestos, en general incapaces de compensar las pérdidas por evapotranspiración y consumo de las coberturas.

Atendiendo la secuencia de eventos pluviales de diciembre, hay sectores que van a cerraron este período con un acumulado pluvial muy retrasado respecto de los valores normales. La diferencia del comportamiento pluvial es importante, no definitiva en cuanto a la escasez, pero si es un cambio temporario que deja un escenario más ajustado para esta transición interanual. Durante la última jornada del año pasado y el arranque de este nuevo, se sumaron algunas lluvias en la costa y en los partidos interiores cercanos de la provincia de BA (no quedan representadas).

Si proyectamos lo que puede suceder con las precipitaciones en estos primeros días del año, no vemos una mejora en la oferta de agua a nivel territorial. Se espera la continuidad del tiempo estable y con mayor nivel de insolación. Hasta ahora las temperaturas se han mantenido en niveles moderados, lo cual mitiga la oferta de agua empobrecida. Vamos hacia jornadas más cálidas, no hostiles en términos de lo que son las marcas estadísticas para estas fechas, pero si hacia un ambiente veraniego persistente. Es posible que en las jornadas del fin de semana, se desplieguen condiciones de mayor inestabilidad en el noreste de la Patagonia y el sudoeste de BA, pero no se están anticipando precipitaciones significativas.

De acuerdo al análisis pluvial de la última semana, es lógico esperar que las reservas de humedad estén en retroceso. Las lluvias no han logrado compensar la demanda de las coberturas y la exigencia atmosférica, con lo cual las reservas de humedad tienen que complementar las fallas de la oferta de agua. Por el momento esto no se refleja en forma significativa en el estado de los cultivos, pero la sequía que se insinúa en el noreste de BA, seguramente la veremos expandida durante los próximos días. Es importante decir, que no es una situación que resulte extraña para estas fechas. Normalmente es una época con importante volatilidad pluvial y suelen darse ventanas secas que pueden durar hasta quince días en esta época del año.

Se aprecia una disponibilidad de reservas más cercana a la adecuada en zonas de CB y centro de SF. Haciendo una lectura menos estricta, es posible pensar que el área más extendida donde el balance hídrico aun responde en forma positiva toma toda la zona núcleo, sin embargo queda claro que el margen se estrecha.

Esta alternancia en los niveles de reserva en forma zonificada no sorprende, casi toda la franja central del país queda casi siempre sometida a los mismos sistemas de tiempo, pero no siempre la oferta de agua es regular y homogénea. En general no hay una preferencia destacada para la recepción de los máximos pluviales y mucho más en esta época del año, donde la convección juega un papel extra en la distribución y la disparidad volumétrica de las precipitaciones. En este caso la diferencia positiva está a favor del oeste, pero no es algo definitivo.

El inicio del mes de enero no presenta las mejores perspectivas en cuanto a la oferta de agua. Posiblemente debamos atravesar una decena de días con lluvias pobres o nulas y temperaturas más elevadas. Por lo pronto, este calor en aumento no se perfila como ola de calor. Todavía las mínimas ceden durante la noche.

Si bien se puede hacer una interpretación relativamente positiva de la actual situación agrometeorológica, sin dudas la campaña gruesa enfrenta el primero obstáculo de importancia. Como es lógico, la atención de la próxima semana recaerá en la proyección de los pronósticos de mediano plazo, para comenzar a ver cuando llega el alivio que permita hacer un re análisis de la situación en la que quedarán los cultivos luego de este período deficitario.