La sequía en Brasil ya está presente en el desayuno y en el radar de los operadores de Chicago; la situación es mucho más preocupante para maíz que para soja.
En estos momentos, la siembra de soja está atrasada debido al fuerte calor y clima seco que prevalece en la región central. En esta región prácticamente no se inició la siembra (sólo cultivos aislados).
La siembra llega al 10% en el estado de Paraná, donde llovió la semana pasada en el 2% del área total.
Los pronósticos de lluvias son que en la región central también conocida como centro-oeste (estados de Mato Grosso, Mato Grosso do Sul y Goias) comiencen a recibir precipitaciones a partir de la segunda quincena de octubre. Este retraso para la soja no plantea mayores problemas, ni en términos de estimaciones de superficie ni de productividad.
En cambio el problema persiste con el maíz de invierno, que representa el 80% de la superficie total, ya que su ventana de siembra es muy ajustada. En función del clima puede afectar la superficie plantada.
En este momento, estimamos que la superficie cultivada con maíz de verano disminuirá un 5% y la producción un 3%. Y la superficie del maíz de invierno ya disminuyó un 1%, aumentando la producción un 1%.
Este ultimo dato es relativo, pues si continúa la sequía habrá menores rendimiento y una posible caída en su producción.
En su último informe de oferta y demanda mundial emitido por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (Usda), el pasado 12 de septiembre, el organismo mantuvo sin cambios el estimado de producción de soja de Brasil, en el récord de 169 millones de toneladas y la producción de maíz la sostuvo en 127 millones de toneladas.
En el caso del maíz el estimado de producción 2025 supera la producción de 122 millones de toneladas de 2024 pero esta muy por debajo de los 137 millones de toneladas de 2023.
Mientras tanto, el pit virtual del mercado de Chicago comenzó a mostrar cierto nerviosismo entre los operadores, consolidando una tendencia bullish (alcista) desde hace prácticamente un mes.
Lo más interesante de destacar es la tendencia futura de Chicago. En el caso de la soja la posición mayo 2025 consolida un carry (suba) de U$S 16,5 por tonelada con respecto a la posición futura corta noviembre 2024. A contramano de Chicago, la soja mayo 2025 en nuestro país (U$S 294) está cotizando U$S 21 por debajo de la soja septiembre 2024 (U$S 315).
En este caso el motivo de la baja de nuestro mercado de soja nueva tiene que ver con dos motivos principales. El primero es que la industria aceitera no quiere comenzar la cosecha con márgenes de molienda negativos, y hoy la única forma que tiene de no perder plata es pagar menos por la soja. El otro motivo es que vamos a una cosecha 2025 estimada de 52 millones de toneladas que, sumado el carry over, (existencias finales) de 13 millones de toneladas de la cosecha 2024, habrá una oferta impresionante de 65 millones de toneladas en el mercado.
Finalmente, si Brasil continua con un patrón climático seco durante el mes de octubre, las chances de subas en Chicago serán todavía mayores, tanto para maíz como para soja.
En el caso del maíz, la posición mayo 2025 en Chicago consolida una suba de U$S 10 con respecto a la primera posición diciembre 2024. En la Argentina la posición futura abril 2025 en el Matba-Rofex cotiza a U$S 180, en el mismo nivel que cotiza la posición disponible y septiembre 2024, de U$S 180.
Si bien nuestro mercado de maíz no acompaña la suba que sí se registra en el mercado de Chicago, el hecho de no tener en el mercado local una caída en el precio de las posiciones futuras de nueva cosecha implica que estemos ante una plaza sostenida, con altas posibilidades de subas en el futuro.
Finalmente, la moneda está en el aire, y los precios futuros 2025 dependen de la evolución del clima en Brasil y su impacto en las producciones de soja y de maíz del gigante de Sudamérica. El mal para algunos puede ser el bienestar de otros.
Por Pablo Adreani
FuenteL La Voz