El MV Raimundo Peñafort, de Insights, una startup que aplica la ciencia de datos a la ganadería, lidera el servicio de monitoreo de las pruebas de eficiencia alimentaria (RFI) de los animales. En diálogo con Valor Carne, cuenta cómo desarrollaron el protocolo de trabajo y porqué vigilan la operatoria en tiempo real para lograr un dato de calidad.
“En 2020, Pordomingo (Aníbal, del INTA Anguil) nos pidió si podíamos encargarnos del seguimiento de los procesos con los comederos inteligentes de la experimental. Hicimos un protocolo en conjunto y hoy ofrecemos este servicio a distintos clientes”, recordó Peñafort, refiriéndose a las cabañas Corral de Guardia y La Coincidencia, el INTA Naredo y próximamente el INTA Mercedes.
“Llevamos 1.300 cabezas testeadas con RFI, entre toritos y vaquillonas, y otorgamos un certificado que respalda la construcción de ese dato y su confiabilidad”, detalló.
El RFI surge de calcular la diferencia entre el consumo real y el estimado en función de lo que necesita el animal para mantenerse y crecer. “Los que tienen RFI bajo consumen entre 15% y 29% menos que su pares de RFI alto para el mismo ritmo de ganancia diaria; es decir, que utilizan la energía con mayor eficiencia. Cuanto más negativo da, mejor resulta el individuo”, explicó.
En una prueba “hay muchos eventos que pueden impactar en el consumo diario de los animales durante los 70 días de la prueba y, por lo tanto, llevarla a cabo en forma estandarizada es fundamental”, indicó.
Por eso, el protocolo establece los requisitos y condiciones para realizarla, incluyendo las características de los animales, la dieta y las instalaciones. “Indicamos cómo se deben realizar los procesos, por ejemplo, las pesadas y las ecografías de carcasa”, apuntó.
En tal sentido, Peñafort recordó que los comederos inteligentes tienen una antena que reconoce al animal cuando mete la cabeza por la reja para comer. A su vez, el alimento está soportado por balanzas que registran cuánto consumió y esta información se procesa en una central y se correlaciona con las pesadas y ecografías de los animales.
Ante esta complejidad, algo importante que brinda Insights es el monitoreo permanente de la prueba y la detección de posibles errores. “Desde una plataforma vigilamos diariamente las entregas de raciones, el llenado de los comederos, los consumos individuales, todo en tiempo real”, sostuvo.
¿Errores? “Pueden ocurrir pérdidas de caravanas electrónicas, averías de los comederos, desconexión de luz e internet. De ahí que implementamos un sistema de alarmas que nos avisa por cualquier eventualidad y le pedimos al establecimiento que haga las correcciones. Así, el encargado se despreocupa de posibles fallas”, pormenorizó.
Una vez cumplidas todas las etapas “se hace el cálculo de RFI y se genera el certificado de cada animal, con información objetiva y auditable por terceros”, subrayó.
Más allá de este servicio, desde Insights dieron un paso más para facilitar el aprovechamiento de la información: presentan los rankings de RFI y de otras variables medidas integrándolas en un tablero. “El productor puede seleccionar los individuos en función de sus objetivos particulares, de su programa genético, utilizando filtros. Por ejemplo, elegir los toros más negativos en RFI y dentro de estos los que tienen área de ojo de bife por encima del promedio. Es un valor agregado”, concluyó.
Desde el INTA Naredo
El INTA Naredo, al sudoeste bonaerense, es una Experimental de reciente formación equipada con comederos inteligentes. El director, Ing. Agr. José Arroquy, investigador del CONICET y docente, se refirió a las pruebas de evaluación de eficiencia que realizan para la Asociación Argentina de Angus, la Asociación Argentina de Hereford y otros estudios de interés.
“Trabajamos con el soporte de Insights porque no podemos tener una persona chequeando los comederos las 24 horas, ellos lo hacen desde la nube, es un servicio indispensable”, planteó. Y detalló: “El software procesa una cantidad gigante de registros y limpia los que están fuera de tipo, sea un individuo con un consumo exagerado o una caravana que no se leyó. Así se logra exactitud, precisión, algo clave para medir diferencias de eficiencia entre animales”, subrayó.
Con este respaldo, la experimental realiza la evaluación de los animales de las cabañas que envían sus ejemplares. “Reportamos los rankings de RFI a los productores y después esos datos son utilizados por las asociaciones para generar los DEPs”, comentó.
Además, llevan adelante una línea de ensayos con vaquillonas clasificadas por RFI para medir el impacto de este carácter en vacas de cría de un rodeo general (Angus Colorado puro).
“Como el RFI es de una heredabilidad media, queremos ver si las vaquillonas más eficientes transmiten este atributo a su progenie, en condiciones reales de campo (bajo restricciones de calidad/cantidad de forraje). Hay que tener en cuenta que la mayoría de los animales en producción son vacas de cría, precisamente las de mayor consumo”, aseveró.
Con este objetivo, arrancaron el año pasado estudiando el comportamiento de vaquillonas seleccionadas por RFI (bajo y alto) de un ranking de 80. “Las inseminamos con un mismo toro para evaluar si mantienen esta característica durante la gestación. Y después seguiremos con sus crías, cuando nazcan, o sea, es un proyecto de varios años”, adelantó.
En definitiva, “queremos ver cuánto de la mejora en eficiencia alimentaria de los reproductores impacta en el rodeo general. Es lo que más le interesa al productor de carne”, destacó Arroquy.
El MV Gastón García, es el responsable genético de Corral de Guardia, de Estancias Bellamar, una cabaña referente en cría de Brangus y Braford, que cuenta con un centro de testaje en Villa Valeria, Córdoba.
“Siempre nos interesó estar en la avanzada, por eso hace dos años instalamos nuestros propios comederos inteligentes. Las pruebas de eficiencia alimentaria generan una cantidad muy grande de datos, hay que evaluarlos y sacar conclusiones, y lo hacemos con el soporte de Insights”, contó. Y detalló: “a través de su plataforma, con gráficos y estadísticas, con filtros, resulta más fácil leer la información y medir a los individuos por línea de sangre”.
Al día de hoy llevan testeados por RFI unos 400 toros Brangus y 150 toros Braford. “Ya caracterizamos los padres de cabaña y hay líneas que se destacan por sobre otras. Detectamos a Lambaré, que es líder en RFI negativo, a nivel de la raza, y tenemos un número muy grande de animales medidos de su linaje. Y también a Cerro Negro, que es muy importante para este carácter, ambos son campeones nacionales”, manifestó.
¿Qué hacen con el dato de RFI? “Por un lado, con esos toros, inseminamos masivamente a nuestros rodeos comerciales para producir novillos más eficientes”, dijo el genetista, aludiendo a que “es un carácter muy importante para bajar costos de alimentación”.
Por el otro, “hacemos embriones utilizando las mejores vacas donantes (de esas mismas líneas), para desarrollar un núcleo genético RFI negativo. Obviamente, habrá que testear sus crías, que nacerán en septiembre, para ver si cumple ese impacto en el mejoramiento de la eficiencia, creemos que así será”, reveló.
¿El Gran Campeón de Palermo? “Baldomero, tiene poco más de tres años y no estuvo en la prueba porque cuando llegó a la edad para ingresar no teníamos los comederos inteligentes. Pero es hijo de Mustang, estamos testeando la línea de sangre y los primeros resultados son muy buenos. Nuestro Gran Campeón también puede destacarse en eficiencia alimentaria”, concluyó.
Por Ing. Agr. Liliana Rosenstein
Fuente: Valor Carne