El déficit calórico es un balance negativo entre el gasto y la ingesta de energía. Se puede dar de forma voluntaria o de forma involuntaria.

El déficit calórico involuntario puede obedecer a distintos factores: enfermedades que aumenten el gasto energético por parte de nuestro organismo o que afecten la ingesta o la digesto-absorción de nutrientes, situaciones quirúrgicas con períodos de reposo prolongados, como así también a problemas en el acceso a los alimentos.

En el déficit calórico involuntario, la principal ventaja nutricional de la carne de pollo es su densidad de nutrientes. Una porción promedio de 150 g (1/2 pechuga de pollo o 1 muslo mediano) aportará 33 g de proteínas de excelente calidad y de buena disponibilidad, así como un bajo aporte de grasas cardiosaludables y una diversidad de vitaminas y minerales, entre las que se encuentran las vitaminas del complejo B, el zinc, el fósforo y el selenio.
Respecto al déficit calórico voluntario la recomendación es que sea programado, calculado y formulado por un profesional especialista (Médico/a o Lic. en Nutrición) y que persiga objetivos asociados a la mejor calidad de vida, a través de una alimentación saludable.

El pollo es una carne muy utilizada en personas que buscan el déficit calórico, la pechuga de pollo, en este caso, es la vedette, con tan sólo 2gr de grasas por porción. Sumado a ello, el aporte de vitaminas del complejo B que permite una mejor utilización de la energía, el hierro hemínico colabora con el transporte de oxígeno en la sangre y la formación de glóbulos rojos y el fósforo y el zinc que trabajan tanto en mantener los huesos, como el sistema inmune, más fuertes, siendo un aliado perfecto en el mundo de la salud y del ejercicio físico.
Otras ventajas de la carne de pollo:

Saciación: por su contenido de proteínas, las mismas ayudan a sentir la sensación de plenitud que permite hacer un stop en cada comida, sin comer de más.
Mantenimiento de masa libre de grasa: las proteínas consumidas, en el marco de una alimentación completa y saludable y una vida activa, sostienen la masa muscular y, por tanto, el descenso de peso logrado.

Prevención de sarcopenia: los alimentos fuentes de proteínas, como la carne de pollo, en el marco de una alimentación completa y saludable, junto con la realización de ejercicio físico (de fuerza, preferentemente) ayuda a prevenir o retrasar el inicio de la sarcopenia, que es la pérdida progresiva de masa y función muscular.

Versatilidad: la carne de pollo permite un sinfín de preparaciones prácticas y sencillas (pero también gourmet) que abre la posibilidad a comer rico, sano y variado toda la semana.
Sabor suave: su sabor permite incluir la carne de pollo en múltiples preparaciones y que sea siempre bien tolerada.

Fácil masticación y digestión: fundamental cuando se planifica la comida pre entreno, para no estar pesados/as al momento de ejercitar.

Accesible: la carne de pollo es una de las proteínas animales más económicas disponibles en el mercado.

LA CARNE DE POLLO ES UN ALIMENTO SALUDABLE Y SUSTENTABLE. COME POLLO, ES BUENO Y HACE BIEN