Jaque al maíz: “Si el clima no cambia, se piensa no sembrar y guardar la semilla comprada”
“Para sembrar el maíz de primera tendrían que llover por lo menos 50 milímetros.” Si no llueve, se va a empezar a correr la siembra del cereal de la primera quincena de septiembre a la segunda o a la primera de octubre; luego iría a maíz tardío. Además, “con el aumento del costo de los fertilizantes, no hay quien quiera arriesgar. Si no hay una lluvia importante que dé cierta seguridad podría caer el área de maíz temprano”, advierten para los alrededores de Rosario hasta Aldao. En Carlos Pellegrini no sólo se necesitan al menos 20 mm para sembrar, sino la certeza de que continuará lloviendo para soportar la enorme carga de dinero y esfuerzo que significa volver a apostar por un cultivo tan caro tras la sequía feroz. “Si el clima no cambia, se piensa no sembrar y guardar la semilla comprada para el año próximo”, dicen. En Piedritas (noroeste bonaerense) la intención de siembra del cereal depende de las lluvias de septiembre. La escasez de agua en los perfiles y el atraso en la llegada de las lluvias podría recortar más el área de maíz en la región, dejando la superficie por debajo de 1,5 millón de hectáreas implantado en la campaña anterior.
El 95% de la región núcleo tiene reservas de agua entre regulares y escasas
La condición de sequía, que predomina sobre el oeste de la zona núcleo, comienza a extenderse hacia el este. El elevado requerimiento hídrico provoca una enorme incertidumbre a días de comenzar la siembra de maíz temprano. En el centro-oeste del área GEA se requieren, en los próximos quince días, lluvias que logren dejar entre 60 a 120 mm en los suelos para lograr un estado óptimo en las reservas de agua, considerando el primer metro. Este escenario se vuelve más delicado si se considera que los pronósticos de corto plazo indican que la última semana del mes no muestran lluvias.
La buena noticia es que el fenómeno Niño ha vuelto a fortalecerse. Las mayores probabilidades de reactivación de lluvias están dadas para el mes de octubre. Pero la incertidumbre se centra en lo que pueda pasar con las lluvias en septiembre y su impacto sobre la evolución de la siembra maicera temprana.
El precio y la disponibilidad de insumos, otras de las preocupaciones de los productores
“Una de las mayores preocupaciones del productor es saber si va a poder contar con los insumos que necesita, sobre todo fertilizantes. El precio es un tema, pero no contar con la disponibilidad en tiempo y forma despierta temor”, dicen desde Marcos Juárez. “Después del clima, la segunda preocupación es el aumento desmedido de los precios de los insumos y la faltante de los que son irreemplazables en el sistema de producción”, dicen desde Carlos Pellegrini y agregan con preocupación que ante estos cambios repentinos de precios y condiciones de mercado, es muy difícil poder calcular un margen adecuado: “hay muy poca previsibilidad en cuanto podrá ser el retorno de la inversión realizada”, dicen.
Agosto vs julio: los márgenes del maíz y trigo en retroceso
Tras las últimas dos semanas de cambios rotundos en las condiciones de mercado, la última actualización de márgenes, realizada al 23 agosto, exhibe la baja del precio de los granos y la suba de uno de los principales insumos: la urea. El costo por hectárea de este fertilizante pasó de U$S 660 a U$S 811 en un mes. En el segundo cuadro se aprecia la caída de U$S 64 /ha en los márgenes netos del maíz para campo propio y de U$S 86 para el alquilado.
Similar situación se da en el trigo. Contrariamente, tanto la soja de primera como la de segunda muestran un repunte en su rentabilidad, debido al aumento intermensual del precio de la oleaginosa. Esta mejora en los números de la oleaginosa impacta también en la rentabilidad del doble cultivo trigo/soja, si bien es una mejoría acotada de 4 u$s/ha en campo propio y de 2 u$s/ha en campo alquilado.
Maíz: ¿qué pasa con la urea?
En el último mes, hubo una suba importante de fertilizantes. La urea, el más usado por los productores de maíz, aumentó 150 u$s/tn. Como en ese mismo período el precio del maíz cayó, hubo un impacto directo en la relación insumo producto (precio de la tonelada de urea /precio de la tonelada de cereal), que se encuentra en el nivel más alto desde los últimos 12 meses: 4,5. Esto quiere decir que se requiere producir 4,5 tn de maíz por cada tn de urea que se quiera adquirir.