La jornada del miércoles fue negativa para la soja y, relativamente positiva, para el maíz.
Para comprender la forma de actuar de los precios, en primer lugar hay que destacar la evolución del valor del real frente al dólar.
Si la soja no cayó más, es por una razón: la apreciación del real brasileño sigue su camino ascendente.
Este hecho hace de cierto sostén pues le resta competitividad a las exportaciones de Brasil, en momentos donde continúa el ingreso al circuito comercial la abundante oferta de la presente cosecha récord.
También este hecho es en buena parte el soporte sobre los precios del maíz.
El maíz, en la jornada del miércoles, cerró la rueda con valores en alza en Chicago, muy especialmente sobre la posición julio.
En el gráfico se puede ver cómo desde enero a la fecha, el real se ha ido apreciando en términos de dólares. Obviamente, la evolución no es lineal, sino en forma de serrucho.
Pero lo más interesante está en los últimos días.
Con vaivenes, desde el 24 de marzo ha mantenido una tendencia al alza, en forma muy visible.
Evolución BR / USD (desde enero, 2023)
En segundo lugar, hay que remarcar las condicione climáticas en EE.UU.
La jornada para la soja fue volátil y finalizó negativamente. Se trató de la tercera rueda negativa consecutiva en Chicago.
Sin duda contribuyó también a ello, el acelerado ritmo de la siembra 2023/2024 sobre el Medio Oeste estadounidense.
Para colmo, las siembras en EE.UU. avanzan con gran éxito merced al clima favorable.
Según el USDA, en su último informe de seguimiento de cultivos, el ritmo de siembra de soja y maíz camina por encima de años anteriores en EE.UU.
La implantación de la oleaginosa ya habría llegado a casi el 40% de la superficie objetivo en el país, muy por encima del ratio alcanzado el pasado.
Y este comportamiento se acentuó por las lluvias que han beneficiado zonas ávidas de humedad como Nebraska.
Obviamente, ello presiona a la baja de precios sobre todo de la soja, dada la ausencia de importaciones por parte de China.