Análisis de situación e información útil
El agua acumulada en el suelo y una semilla de alta calidad son fundamentales para una rápida implantación y asegurar rendimientos en el cultivo de trigo.
Sabiendo esto… ¿Qué tenemos hoy?
Calidad de semilla
Es de vital importancia determinar el potencial de las semillas antes de la siembra ya que durante el almacenamiento se produce un envejecimiento natural y las condiciones post cosecha pueden ocasionar disminuciones en la calidad fisiológica.
Recordemos que la semilla de trigo disponible hoy atravesó en su planta madre una campaña de extremas sequías y heladas de gran magnitud.
Por ello, se analizó el poder germinativo de 212 muestras de trigo recibidas en nuestro laboratorio de semillas, realizando un diagnóstico de la calidad disponible para la campaña 23-24.
Más de 98% de las muestras analizadas presentan un poder germinativo por encima del estándar de INASE (Instituto Nacional de Semillas) para la comercialización, siendo 85% el PG mínimo (calidades buena, muy buena y excelente). El problema en esta campaña no parecería ser la calidad de la semilla disponible sino la cantidad de la misma.
Durante 22/23 la cosecha del cereal sufrió una caída cercana al 70% interanual, con rindes promedios de 15 qq/ha, esto debido a las condiciones altamente restrictivas que vienen caracterizando a los años niña.
Asegurar una semilla de buena calidad anticipando la siembra nos permite contar con un material inicial adecuado para una producción exitosa.
Analizando el poder germinativo, la pureza y el peso de mil semillas de tu lote podrás ajustar la densidad de siembra a tu sistema productivo optimizando la cantidad de semilla a sembrar en un contexto de escasez.
El agua acumulada en el suelo
La producción de trigo está condicionada por el contenido de humedad del suelo.
Conocer el agua útil disponible es indispensable para definir la implantación y desarrollo del cultivo.
Las primeras etapas de la germinación son altamente demandantes de agua, por ello, el contenido de humedad en la capa arable debe ser suficiente para proporcionar un flujo continuo de agua desde el suelo a la semilla durante los primeros siete días. Lograda la implantación, cobra importancia el contenido de agua en profundidad (requiriendo un 50% de AU), debido a que la ausencia de lluvias invernales, convierten a estas reservas prácticamente en el único aporte para el crecimiento de la planta y el logro de buenos rindes.
Hasta el momento, con los últimos aportes hídricos en la provincia el escenario es restrictivo, pero debemos considerar que las estimaciones nos proveen de información zonal, por lo que es necesario analizar en laboratorio el contenido de humedad de tu perfil de suelo (no menos de 100 mm en el primer metro de profundidad).
Según los pronósticos del SMN, se registrarían escasas a nulas precipitaciones en la provincia, en la semana del 9 al 15 se darían lluvias con un acumulado que rondaría los 10 mm en la zona norte y cercanos a los 15 mm en la zona sur. En cuanto al pronóstico trimestral, se espera que las precipitaciones estén en el rango de lo normal.
Sin embargo, se pude observar que el contenido de agua en el suelo es bastante escaso en Córdoba, a excepción de una zona ubicada en Río Cuarto; esta situación, sumada a las pocas precipitaciones que se dieron en abril (muy inferiores al promedio histórico) no sería favorable para el comienzo de la siembra, al menos, durante estas dos primeras semanas de mayo.
Durante el trimestre de mayo-junio-julio se pronostica una probabilidad del 70% de presencia del fenómeno de El Niño, el cual se mantendría hasta finales del año. Para la provincia de Córdoba puede significar anomalías positivas en las lluvias durante los meses de octubre a diciembre; mientras que, para la temperatura, la presencia de dicho fenómeno indicaría escasez de heladas tardías.
Analizando el contenido de humedad de tu suelo podrás tomar la decisión más acertada en cuanto a la elección de fecha de siembra, lotes, densidad y cultivares.
Fuente: Bolsa de Cereales de Cordoba