Especialistas del INTA Reconquista –Santa Fe–, junto con investigadores del Conicet, trabajan en un programa de mejoramiento del cultivo de algodón. Buscan desarrollar variedades adaptadas a las condiciones locales a través de técnicas de cruzamiento, frente a una necesidad identificada en este cultivo de importancia regional.
Con el cruzamiento, etapa inicial del proyecto, el grupo de investigadores busca alcanzar la variabilidad del cultivo. “Los objetivos de mejoramiento que tenemos son obtener variedades con mayor rendimiento, calidad, que tenga una buena sanidad del cultivo y que sea plástico, es decir, que se adapte a las condiciones locales”, explicó Pablo Dileo, especialista del INTA Reconquista.
El cruzamiento de variedades de algodón es una técnica tradicional en la cual
se hace el cruzamiento de dos parentales que poseen las características que el
grupo de investigación tiene como objetivo en el plan de mejoramiento.
Esta actividad de selección de genotipos y generación de variabilidad permite dirigir el polen de una plata a la parte femenina de la otra. “Lo que buscamos es combinar esas características en un mismo material para después hacer una selección de los mejores materiales”, detalló Dileo.
“Esto se lo realiza para generar adaptaciones a las condiciones locales del norte de Santa Fe, que es una de las necesidades que tenemos en este momento”, agregó el investigador del INTA.
El norte de la provincia de Santa Fe se puede dividir en la región oeste, con un régimen pluviométrico inferior que genera un déficit dentro de la campaña de cultivo con estrés hídrico, y por otro lado una zona este con un régimen hídrico superior.
En este momento, el plan de mejoramiento se encuentra en una etapa intermedia. “En las próximas campañas vamos a contar con líneas mejoradas, con lo cual, a ensayos posteriores de evaluación de esas líneas, vamos a poder lanzar una nueva variedad”, expresó Dileo.
Los cruzamientos se realizan a partir de un plantel de cruzamiento, es decir,
una colección de trabajo que proviene de distintos orígenes, en este caso
colecciones australianas, argentinas y de algunos países de África. Estas
semillas provienen del Banco de Germoplasma situado en el INTA Sáenz Peña
–Chaco– y son utilizadas en estos planteles.
Además, el grupo investigadores del INTA Reconquista trabaja en el desarrollo de técnicas adicionales que permiten potenciar el programa de mejoramiento. Por un lado, los marcadores moleculares permiten seleccionar aquellas plantas que presentan características superiores. La técnica de mutagénesis inducida consiste en someter las semillas a tratamientos físicos y químicos, modificar su ADN y, por lo tanto, generar variabilidad.
“También trabajamos en otras actividades que están relacionadas con la caracterización de patógenos, sobre todo de estrés biótico generado por enfermedades”, añadió Dileo.
Estas técnicas resultan fundamentales para un programa de mejoramiento que tiene como objetivo alcanzar la estabilidad del cultivo de algodón, el cual ronda las 80.000 hectáreas sembradas en esta campaña.