El manejo de los residuos sólidos urbanos es uno de los principales retos a nivel mundial. Es un problema todavía no resuelto que afecta especialmente a las grandes ciudades. La provincia de Buenos Aires también enfrenta grandes desafíos para la implementación de una política de tratamiento de residuos sostenible: actualmente, genera el 45% de los residuos de todo el país. Un estudio realizado por Daniela Muñoz Farías, licenciada en Ciencias Ambientales de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA), Vanina Pietragalla y Silvina Dal Pont, docentes de la cátedra de Economía General de la misma Facultad, relevó las variables socioeconómicas que inciden en la generación de los residuos urbanos en la provincia de Buenos Aires y obtuvo información indispensable para la implementación de un modelo de gestión de residuos adaptado a la realidad y las necesidades del territorio.
El impacto de variables económicas en la generación de residuos
"Según demuestran diversas fuentes a lo largo del mundo, los residuos sólidos urbanos son un subproducto de nuestro estilo de vida. Es decir que su generación está determinada por las condiciones socioeconómicas, como el nivel de vida, la urbanización y otras. Por esto, la generación de residuos constituye un fenómeno propio de cada territorio, lo cual también explica las dificultades que encuentran los gobiernos locales para realizar una gestión efectiva", explicó Dal Pont.
En este sentido, destacó que uno de los interrogantes que motivaron la realización del estudio fue la necesidad de encontrar respuestas ante la ineficacia de importar modelos de gestión de residuos que pueden haber sido exitosos en otras latitudes, pero que muestran no ser adecuados para otros contextos. "Factores como el crecimiento demográfico, el aumento de la densidad poblacional, la forma de producción y generación de residuos del sector industrial y empresarial, los cambios en los patrones de consumo y la mejora en el nivel de vida, entre otros, han aumentado la generación de residuos sólidos en los pueblos y ciudades. Además, hay evidencias de que el ingreso per cápita, asociado a cierto nivel de educación y de preocupación por el medio ambiente, tiene una relación inversa con la generación de residuos", añadió.
Las investigadoras aclararon que las tres variables que más inciden en la tasa de generación de residuos sólidos urbanos son el Producto Bruto Geográfico —PBG—, la Tasa de Actividad y el incremento de la Población Urbana y todas se relacionan con ella de forma directa. Por ejemplo, un aumento de 1% en el PBG —la variable de mayor peso— implicaría a su vez un aumento de 0,7 kg de residuos por día y por habitante. Considerando las proyecciones del INDEC para 2021, la provincia de BA tiene aproximadamente 18 millones de habitantes, por lo que el incremento total sería de casi 12.600 toneladas de residuos por día, lo que se traduce en más de 4 millones de toneladas de residuos por año.
Por su parte, Pietragalla señaló que, entre los principales resultados que hallaron, "vimos que los factores que más influyen en la generación de residuos son el número de habitantes y su nivel económico. En cuanto a los indicadores que analizamos, el producto bruto geográfico, que mide la suma del valor monetario de los bienes y servicios producidos en la economía de una región, y la tasa de actividad, que indica el nivel de empleo, tuvieron un mayor peso en el modelo. A estos le siguieron la densidad poblacional, la población urbana y, por último, las necesidades básicas insatisfechas". La docente puntualizó que el hecho de que la densidad de población urbana haya sido una variable tan significativa indica la existencia de un contraste entre los estilos de vida de la población rural respecto de la urbana que repercute en la producción de residuos.
Pietragalla también sostuvo que el indicador necesidades básicas insatisfechas, pese a haber ocupado el último lugar en cuanto a relevancia en el modelo, si se lo asocia al producto bruto geográfico puede dar pistas para interpretar los resultados. "Por ejemplo, La Plata presentó el valor más alto de producto bruto geográfico entre todos los municipios, junto a una alta densidad poblacional. Si solo se utilizaran los indicadores económicos y demográficos, se podría pensar que es uno de los municipios que más residuos genera. Sin embargo, no es el caso, ya que San Isidro, que tiene menor densidad poblacional y producto bruto geográfico, produce casi el doble de residuos que La Plata. Este resultado aparentemente paradójico podría atribuirse a que el porcentaje de población con necesidades básicas insatisfechas en San Isidro es casi la mitad que la de La Plata. Y esto permite pensar que, al intentar explicar las diferencias en las tasas de generación de residuos dentro de una misma provincia, la desigual distribución de la riqueza juega un rol importante".
Primero los datos
En 2006, la provincia de Buenos Aires aprobó la Ley N° 13.592 de Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos —RSU—, que establece que cada municipio debe elaborar planes de gestión integral de residuos sólidos que apunten a "incorporar paulatinamente en la disposición inicial la separación en origen, la valorización, la reutilización y el reciclaje en la gestión integral, estableciendo, entre otros, metas progresivas de reducción en la disposición final de los RSU". Vanina señaló que, a la fecha, la Ley se encuentra sin aplicación en la mayoría de los municipios y que, además, en muchas localidades no se conocen datos de generación de residuos.
La docente agregó que "la clave es mejorar la generación y sistematización de la información vinculada a los residuos sólidos urbanos. La ausencia de información no sólo equivale a decir que no se está cumpliendo con lo establecido en los artículos 25° y 26° de la Ley N° 13.592 sobre los envíos de información estadística de cada municipio, sino que tampoco se cuenta con la base necesaria para definir y elaborar planes de gestión de residuos acordes a la Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos —GIRSU— que ya está normada. Esto ocurre sobre todo en el interior de la provincia, ya que el Área Metropolitana de Buenos Aires cuenta con mayor información, tanto de fuentes oficiales como de investigaciones".
Silvina añadió que "la generación de información confiable contribuiría a una mejor toma de decisiones por parte de los actores involucrados con la gestión de los residuos". Ambas investigadoras consideraron importante destacar que los residuos deben ser considerados un recurso con el objetivo de superar el modelo lineal de producir, usar y tirar, y para avanzar hacia un paradigma de economía circular en el que lo que hoy se considera como residuo y se descarta se convierta en un insumo para otra actividad económica. Por esto, concluyeron afirmando que una política de gestión de residuos debe centrarse en darles valor y transformarlos en un recurso. Y, para que eso se convierta en una actividad sostenible, es indispensable conocer cómo se generan los residuos, en qué cantidad y cuáles son sus características en cada lugar.
Por: Yanina Paula Nemirovsky