Las exportaciones son clave para un país.
-Para las empresas, el comercio exterior permite el acceso a nuevos mercados, cambiar las escalas de producción, ampliar la cartera de clientes, mejorar la calificación en las plazas financieras y da la posibilidad de asociarse con otras firmas para mejorar la competitividad en destino, entre otros tantos puntos.
-Para la sociedad, donde están instaladas esas empresas, los beneficios se observan fundamentalmente en mayor demanda de trabajo calificado y las mejores remuneraciones obtenidas.
-Para el Estado, la exportación representa la llegada de divisas, soporte clave para sostener un plan económico de mediano y largo plazo.
A lo largo de toda su historia, la Argentina logró lugares de importancia con su oferta exportable en el mercado internacional. Entre 1932 y 1948 se ubicó entre los 10 países que más exportaban en todo el globo. El mejor ranking fue logrado en 1946 cuando ocupó el octavo puesto en este selecto listado de naciones.
Hoy el país se ubica en la plaza número 46 entre los exportadores mundiales.
Un profundo trabajo estadístico detalla que desde principios del siglo pasado
las exportaciones argentinas están creciendo, en valores nominales, en forma
casi exponencial lo que podría interpretarse como una noticia positiva.
Sin embargo, cuando se comparan los datos del país con la evolución -hasta
nuestros días- que ha tenido el mercado global, claramente la tendencia termina
siendo negativa. En 1919 el país llegó a concentrar el 6,1% del total de las
exportaciones del mundo. Fue el año posterior a la finalización de la Gran
Guerra (1914-1918) momento en que había una firme demanda de alimentos.
Existieron otros dos puntos en la historia comercial del país donde las
colocaciones intentaron recomponerse: 1929, con una participación del 4,9% de
las exportaciones globales; y en 1947 (dos años después de finalizada la II
Guerra Mundial) año en el que Argentina logró posicionarse con el 4,7% de las
ventas externas mundiales.
A partir de 1950 los números comenzaron a ingresar en un terreno negativo sin encontrar hasta hoy un piso en su caída. La participación en 2020, sobre el total de las exportaciones mundiales, se ubicó en el 0,3%.
Las tres potencias
Hacia principios del siglo pasado tres países estaban en la mira de todos los
inversores internacionales y olas migratorias por ser naciones con un enorme
potencial de desarrollo. Ellos eran: Argentina, Australia y Canadá. Todos tenían
las mismas posibilidades para crecer y colocarse en la tan mentada pirámide de
los desarrollados, con todos los beneficios económicos y sociales que conllevaba
esa definición por aquellos tiempos. Aquí se observa con claridad los caminos
que tomaron cada una de estas naciones en los últimos 120 años. La estadística
oficial -obtenida de documentos elaborados por el Banco Mundial y la
Organización Mundial de Comercio- refleja la evolución de sus exportaciones,
variable económica clave para el despegue definitivo de un país.
Para entender mejor la situación, dividimos en tres períodos la secuencia de
estos últimos 120 años.
-Período 1900-1940: Argentina lidera -en valores- las exportaciones entre los tres países, con diferencias significativas entre 1900 y 1920. El campo y otros segmentos de la economía -con fuertes inversiones externas- impulsaron el comercio externo. A partir de 1920 y entrando la siguiente década, Canadá se sitúa liderando el comercio, con una Argentina que se mantuvo en segundo lugar -por encima de Australia- hasta el final de los 30.
-Período 1940-1980: Hasta 1960 las exportaciones de los tres países crecían en forma sostenida lideradas por Canadá y seguida por Australia. Pero fue a partir de mediados de esta década donde los valores entre las naciones se despegan en forma significativa para llegar a los ’80 con tendencias que ya parecían irreversibles.
-Período 1980-2020: Desde inicios de la década se desaceleraron con fuerza
las exportaciones argentinas mientras que las de Australia y Canadá mostraron un
crecimiento sostenido. Llegamos a la estadística de 2020 con enormes diferencias
entre las tres naciones, siempre hablado del desarrollo que tuvo en cada uno de
estos países en su comercio exterior.
Una reflexión comparativa más: al inicio del siglo pasado por cada dólar que
Argentina exportaba, Canadá colocaba 1,11 dólares y Australia 1,03 dólares. Unos
120 años después, por cada dólar que nuestro país colocó en el exterior, Canadá
facturó 7,1 dólares y Australia 4,6 dólares.
¿Cuál es la causa de semejantes diferencias? ¿Qué fue lo que definió el retroceso de la Argentina?
Es difícil poder adjudicar a una sola variable la debacle que sufrió nuestro país en su matriz de comercio exterior. También es complejo explicar 120 traumáticos años de historia en solo unos cuantos párrafos que nos exige la falta de espacio en las páginas de un diario. Algunas respuestas las podríamos resumir en los siguientes puntos: la carencia de políticas adecuadas para el desarrollo de las exportaciones, las crisis económicas recurrentes, la falta de estabilidad monetaria y macroeconómica, los nulos incentivos para el sector, las restricciones impuestas desde los Gobiernos al comercio exterior, y la sobrecarga impositiva sobre las empresas exportadoras, entre otras tantas.
Lo que deja en conclusión toda esta estadística, es que la Argentina perdió hace ya tiempo su carrera en la inserción del comercio internacional. Queda el sueño de muchos de poder volver a encontrarnos en algún momento en aquella selecta lista, de la que décadas atrás participamos, donde se ubicaba nuestro país entre los 10 que más exportaban de todo globo.
Mismo escenario en Latinoamérica
La crisis estructural que atraviesa la matriz exportadora argentina también se refleja cuando se compara la evolución de las ventas externa con países de la región.
Aquí el análisis se restringe al período 1960-2020 y se lo puede dividir en
dos segmentos bien diferenciados.
-Período 1960-1969: En estos nueve años se observa con claridad que la Argentina
se mantiene liderando las exportaciones regionales junto a Brasil. En esta
década las ventas externas globales sufrían una importante desaceleración. En
1959 la Cepal publicó los resultados de un profundo diagnóstico sobre la
economía argentina. Según el informe: “El país carece de recursos exteriores
para importar no solo los bienes de capital más indispensables, sino también las
materias primas y productos intermedios que con creciente amplitud requiere el
desenvolvimiento de su industria”. En definitiva, el informe confirmaba los
problemas de la economía por la falta genuina de divisas.
-Período 2000-2020: Durante estos veinte años se observa una importante
desaceleración en el crecimiento de las exportaciones argentina (con períodos
negativos en algunos años) con un despegue importante en varios de los países de
la región. En el período bajo análisis las ventas externas del país crecieron
100%, las de Brasil cerca del 300%, las exportaciones de Chile cerca del 280%,
las de Uruguay 200% y las de Paraguay poco más de 270%.
A nivel mundial, el salto de las exportaciones en estas últimas dos décadas
creció más del 190%.
Todos estos datos reflejan que Argentina tiene un claro problema en su matriz
exportadora y con ella una falta de dólares que genera mucha inestabilidad en la
economía.
La exportación de soja es hoy uno de los pocos recursos con los que cuenta el Estado para conseguir dólares genuinos.
Fuente: Rio Negro