Las ventas de tractores y cosechadoras durante el tercer trimestre de 2020 registraron una caída respecto al mismo período del año pasado, según surge de los datos difundidos por el INDEC.
El dato llama particularmente la atención, en un escenario signado por el récord histórico de facturación alcanzado por el sector de la maquinaria agrícola.
En el caso de los tractores, en el tercer trimestre se vendieron 1.713 unidades, contabilizando equipos nacionales e importados, con una caída de -7,7% respecto a los 1.856 equipos vendidos entre julio y setiembre del año pasado.
En cosechadoras, la evolución fue similar, con 145 equipos vendidos en el tercer trimestre de 2020, contra 137 unidades negociadas un año atrás (-7,6%).
En líneas generales, el freno se atribuye a la menor disponibilidad de máquinas, debido a la profundización de medidas oficiales para trabar las importaciones.
Ahora bien, ¿ese es el único motivo que explica la caída de las ventas en estos rubros?
Desde la Asociación de Fábricas Argentinas de Tractores (AFAT) han surgido otras argumentaciones.
La entidad que agrupa a las multinacionales de la maquinaria que operan en el país advierte puntualmente sobre falta de créditos que permitan comprar unidades de alto valor.
“Las ventas de enero-septiembre subieron 33,1% en implementos y 21,7% en sembradoras. En cosechadoras, en ese período, hubo una baja del 2,5% versus igual lapso de 2019”, destaca AFAT al analizar el informe del INDEC.
“El escaso crecimiento en tractores y la caída en la venta de cosechadoras demuestran que los productores y contratistas argentinos encuentran dificultades para adquirir tractores y cosechadoras, que son las inversiones de mayor valor», agrega.
Esa situación se verifica a pesar de que tanto productores y contratistas “mantienen el interés en invertir y renovar su plantel de maquinaria”, subraya la entidad.
Inversión
Actualmente, la adquisición de una cosechadora implica afrontar una inversión de U$S 350.000 o más.
Las máquinas de última generación ubican sus valores en una franja que va de U$S 500.000 a U$S 750.000, según datos de la Federación Argentina de Contratistas de Máquinas Agrícolas (FACMA).
A los altos valores se suma el hecho de que la oferta comercial disponible en los concesionarios, en numerosos casos, no incluye la entrega de las cosechadoras usadas.
Al observar el acumulado de las ventas de enero a septiembre para 2018, 2019 y 2020, se comprueba que la tasa de renovación de cosechadoras se mantiene lejos de las 1.000 unidades necesarias para actualizar el parque.
De manera que mientras otros rubros de la maquinaria agrícola, como sembradoras e implementos, muestran una reacción más veloz a los cambios en las condiciones financieras, las cosechadoras evidencian un comportamiento inelástico, reflejando la ausencia de financiación accesible para sus elevadores valores.
Fuente: MaquiNAC