Con el objetivo de sensibilizar acerca de los riesgos sanitarios asociados a la resistencia a los antimicrobianos y promover la aplicación de buenas prácticas, la Organización Mundial de la Salud (OMS) celebra cada noviembre la Semana Mundial de Concienciación sobre el Uso de los Antimicrobianos. Este año, se conmemorará del 18 al 24 de noviembre con el lema “Antimicrobianos: Manéjalos con cuidado”.
Para Mariano Fernández Miyakawa –investigador del Instituto de Patobiología (IPVET) del INTA Castelar y coordinador del Proyecto Disciplinario “Resistencia a los antimicrobianos y desarrollo de alternativas”–, es “fundamental” tomar conciencia sobre los riesgos del abuso y mal uso de los antibióticos en los animales de producción con el fin de reducir y prevenir la aparición y propagación de la resistencia.
Es que, según el especialista, “la resistencia a los antimicrobianos (RAM) pone en peligro la eficacia de la prevención y el tratamiento de una serie cada vez mayor de infecciones por virus, bacterias, hongos y parásitos”.
A su vez, fue más allá y no dudó en asegurar que “la resistencia a los antimicrobianos, y particularmente a los antibióticos, está aumentando en todo el mundo a niveles peligrosos”. Entre los riesgos a los que se enfrenta el sector, Fernández Miyakawa se refirió a las pérdidas en el sector productivo y a las restricciones del comercio internacional.
En línea con lo que promulga la OMS, en línea con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), desde el INTA se impulsan el uso responsable y consciente de los antibióticos.
“Desde hace más de 15 años, en el Instituto de Patobiología (IPVET) del INTA Castelar trabajamos en el desarrollo y evaluación de alternativas al uso de antimicrobianos de síntesis química para prevenir y controlar enfermedades bacterianas y parasitarias”, indicó. A su vez, explicó que también estudian el impacto del uso de antimicrobianos en el desarrollo de la resistencia y el estudio de mecanismos de transmisión de dicha resistencia.
“El objetivo de este esfuerzo es reducir la generación y dispersión de la resistencia antimicrobiana en la producción animal, manteniendo o mejorando la eficiencia productiva”, explicó el investigador.
Estos trabajos se llevan adelante con socios estratégicos en esta temática como OIE, OPS, CONICET, universidades nacionales y extranjeras, laboratorios, empresas y productores agropecuarios, entre otros. Así, se conformó un grupo de trabajo sólido con el ANLIS Malbran y el SENASA a fin de generar información sobre la dinámica de la resistencia antimicrobiana en el sistema productivo argentino y la detección de determinados elementos genéticos mobiles de resistencia. También se realizan estudios de sensibilidad de drogas antibióticas y antiparasitarias, además de participar en el asesoramiento para la elaboración de políticas públicas.
“En INTA estamos enfocados en el estudio de la evaluación de la resistencia en determinados ambientes y microorganismos para poder diseñar estrategias de control, así como en el desarrollo de alternativas al uso de antimicrobianos y en la mejora de la salud animal”, detalló.
Además, se refirió la actividad de extensión, de asesoramiento y de interacción con otros organismos y sociedades, principalmente aquellas realizadas en el contexto de la Comisión Nacional para el Control de la Resistencia Antimicrobiana (CONACRA).
“En el marco del trabajo que Argentina viene realizando en materia de (RAM), el SENASA ha puesto en marcha una comisión de articulación público-privada para que entre todos los actores del sector agropecuario se puedan coordinar acciones conjuntas que ayuden a mitigar la generación y evitar la aparición de la RAM”, indicó.
“Esta articulación, promovida por SENASA, nos va a posicionar en un lugar de avanzada para luchar contra esta problemática, mientras apoyamos a la producción agropecuaria”, subrayó Fernández Miyakawa.
A su vez, el investigador detalló que, de esta forma, el INTA participa junto con las cámaras argentinas de la Industria de Productos Veterinarios (CAPROVE), Empresas de Nutrición Animal (CAENA), Feedlot (CAF), Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Sociedad Rural Argentina (SRA) y del Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA) en las acciones conjuntas que se promuevan para luchar contra el problema de la RAM.
También están vinculados a la Asociación Argentina de Productores Porcinos (AAPP), Coordinadora Federal de Colegios y Consejos Veterinarios de la República Argentina (FEVA), Grupo de Intercambio Tecnológico de Exportaciones Porcinas (GITEP) y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) entre otros actores que se suman.