La división de Poderes es el pilar fundamental de la Constitución y el principio sobre el cual se asienta el orden republicano que define a nuestra Nación. Es la esencia, asimismo, del equilibrio que debe regir entre los tres Poderes del Estado y lo que le da sustento a la democracia que tanto esfuerzo nos ha costado construir a través de generaciones. Su consolidación y madurez requieren el compromiso de todos los argentinos, independientemente del lugar y del cargo que ocupemos.
En estas horas en que se dirime la independencia y la calidad de nuestra Justicia y del ordenamiento jurídico que enmarca las acciones públicas y privadas, es más necesario que nunca que cada poder de la Nación, pueda ejercer su función y su rol con absoluta libertad y autonomía.