Mientras países con similares producciones, como es el caso de Australia, no han parado de crecer, el nuestro no ha parado de bajar el PBI por habitante.

¿Más claro? Australia, en el presente, exporta por un monto de USD 256 mil millones. Y en tanto Argentina sólo lo hace por USD65 mil millones. De este monto, la mitad es del complejo de la soja, del trigo y del maíz.

Estamos estancados. Si no fuera por la agricultura la situación sería mucho peor.

Argentina se ha refugiado en el "vivir con lo nuestro" y el política de "sustitución de importaciones" en desmedro de la producción agrícola y de las industria ligadas.

Después de un tímido lapso de apertura, desde el 10 de diciembre pasado, ha regresado a la política económica tradicional, tratando de mantener un aparato estatal y una industria que en su mayor parte se proyecta únicamente con las divisas provenientes del campo y de la actitud proteccionista del Gobierno.

El Gobierno elevó los derechos de exportación y elimina el componente fijo para evitar su licuación. Para la soja subió de 25% promedio a 30% fijo, para el maíz y el trigo pasó de 7% promedio a 12% fijo, y para el resto de las exportaciones se elevaron de 7% promedio a 9% fijo.

Se estima que para el año actual, la recaudación por derechos de exportación del agro llegará a cerca de USD 10 mil millones. Flor de solidaridad… ¿no?

Pero vamos al mundo. El asesinato del general iraní, Qasem Soleimani , ha agudizado el problema entre EE.UU. e Irán.

La situación es muy grave. Por eso el precio del petróleo ha iniciado una carrera alcista.

No debe sorprender ello, pues cerca del 20% del suministro de petróleo del mundo pasa por el Estrecho de Ormuz, a cuyas orillas está Irán. Además, buena parte de los mayores productores de petróleo se ubican en la región.

El gráfico que sigue muestra la suba a lo largo de los últimos días, con precisión:


Hoy, el Brent del Mar del Norte, que cotiza en el mercado electrónico de Londres (ICE), se ubicaba en torno a USD 69.50 en los contratos para marzo.

Como están las cosas, es razonable aguardar una intensificación del conflicto. Y por lo tanto del precio del petróleo. Para muestra solo falta un botón: el máximo líder, el ayatola Alí Jamenei, prometió una "venganza severa contra los criminales".

Lo interesante es que el precio del petróleo guarda en general una estrecha relación con el precio de los granos.

En primer lugar porque es un insumo (gasoil) central. Además, los químicos utilizados vienen del petróleo. Y finalmente están los biocombustibles que para ser producidos necesitan de los granos. El maíz, para el bioetanol y la soja, en el biodiesel.

Hay evidencia al respecto. El incremento del uso de biocombustibles ha generado una nueva relación entre el precio del petróleo y las cotizaciones de los granos, fundamentalmente de la soja y el maíz.

Otro elemento favorable viene de la mano de la negociación entre China y EE.UU.

El miércoles 15 de enero se firmaría, en principio, el acuerdo FASE 1 y los mercados se están posicionando al respecto.

Veremos qué nos muestra el informe mensual del 10 enero del USDA, con los datos finales de la cosecha 2019/20 de EE.UU. y las proyecciones mundiales. Quizás, veamos noticias positivas para los valores de los granos.